FARÁNDULA
Yulier Rodríguez se despide de Cuba y deja una obra hecha con su propia sangre
“A los muchos hombres y mujeres que han sacrificado su vida, libertad y el bienestar de su familia”

El artista se une a la creciente diáspora cubana que busca mejores condiciones de vida y mayores libertades. (Foto © Yulier P. – Instagram)
El artista cubano Yulier Rodríguez, conocido en el mundo del arte como Yulier P., dejó un mensaje definitivo en su despedida de Cuba: una acción performática en la que escribió la palabra “libertad” usando su propia sangre.
La obra, realizada el 18 de marzo de 2025, un día antes de abandonar la Isla, fue publicada en sus redes sociales con la frase Mi última obra.
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Rodríguez, quien partió hacia Madrid con su esposa e hijo, explicó que su obra simbolizaba un homenaje a aquellos que, a lo largo de la historia, han sacrificado sus vidas, su libertad y el bienestar de sus familias por la libertad del pueblo cubano.
“La represión en Cuba no me dejaba ser libre para crear. Esta obra, hecha con mi propia sangre, es un grito por la libertad que hemos perdido”, comentó el artista en sus redes sociales.
A lo largo de los años, Yulier Rodríguez se destacó en Cuba por sus grafitis de estilo expresionista, en los que aparecían figuras fantasmagóricas que marcaron el paisaje urbano de La Habana.
Sin embargo, su arte se enfrentó constantemente a la censura y a la represión del régimen cubano, que eliminó muchos de sus trabajos. “No podía abrir ningún espacio para vender mi trabajo porque amenazaban a los dueños, ni participar en ningún centro cultural”, denunció el artista.
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En declaraciones a medios independientes, Yulier explicó que, además de la censura, la creciente violencia y la decadencia social fueron factores clave para tomar la decisión de dejar la isla. “Ya es un riesgo vivir en Cuba. No podía permitir que mi hijo se criara aquí, en un sistema donde la educación y la proyección social se basan en la mentira”, afirmó.
La decisión de emigrar a España no fue sencilla para el artista. En el pasado, Rodríguez había afirmado que no planeaba dejar Cuba. No obstante, la presión constante y la degradación del entorno social lo empujaron a buscar un futuro fuera de su país natal.
En su última reflexión sobre la situación cubana, lamentó que el régimen había “corrompido el carácter de las personas, convirtiéndolas en cómplices de la opresión”, y añadió que la población cubana se estaba volviendo “más ignorante, inconsciente y violenta”.
La obra en la que escribió “libertad” con su sangre fue una clara declaración de su dolor y frustración con el sistema cubano. Usó un fondo amarillo, que evocaba el color de la esperanza y la lucha. La imagen, acompañada de su mensaje de despedida, se convirtió rápidamente en un símbolo del deseo de libertad para los cubanos que se encuentran dentro y fuera de la isla.
Con el exilio de Yulier Rodríguez, otro de los artistas más críticos del régimen cubano, se une a la creciente diáspora cubana que busca mejores condiciones de vida y mayores libertades. La partida del artista no solo marca el fin de una era en el arte urbano cubano, sino también el fin de una etapa llena de censura y control sobre la creatividad en la isla.
