ESTADOS UNIDOS
La expresa política cubana Ana Lázara Rodríguez logró evitar su desalojo en Miami
Presentará su caso ante un tribunal de apelación para no perder su hogar
Ana Lázara con la senadora Ileana García. (Foto: Floridians For Honest Lending-YouTube)
La exprisionera política cubana Ana Lázara Rodríguez podrá presentar su caso de desalojo ante un tribunal de apelaciones gracias a que obtuvo un aplazamiento para no abandonar su hogar, informó Miami Herald.
La residente en Miami, que durante 19 años fue presa del castrismo en diferentes cárceles, corre el riesgo de perder su hogar ante una hipoteca ejecutada por el Bank of New York Mellon y el Bank of America.
Bruce Jacobs, abogado de la cubana, asegura que las instituciones bancarias mencionadas basan sus acciones en una falsificación que viola el estatuto RICO de Florida. El abogado señala que en contra de la anciana se utiliza una cesión de hipoteca firmada por un robot y además un endoso falsificado con sello de goma de Countrywide.
Jacobs comentó al medio estadounidense que ahora buscará ante el Tribunal de Apelaciones del III Distrito la continuidad de la suspensión de desalojo para poder presentar el caso ante la Corte Suprema de Florida.
La casa, con tres habitaciones, fue vendida en agosto del año pasado por una cantidad de 415.000 dólares a una ciudadana del estado de California, identificada como Vanessa Veytia.
Rodríguez, nacida en Bejucal, tendría que pagar una fianza de 100.000 dólares para no perder la vivienda. Esta cantidad también cubre el mantenimiento de la hipoteca, impuestos y honorarios de abogados de la nueva propietaria.
La cubana no puede desembolsar tal cantidad, debido a que atraviesa por serios problemas económicos. Su caso fue atendido en una ocasión por la senadora estatal Ileana García y también por la alcaldesa del condado de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, quien logró evitar el desalojo basándose en sus facultades como autoridad.
Rodríguez reveló sus días en las prisiones de Pinar del Río, La Habana y el oriente de la Isla en un libro titulado Diario de una Sobreviviente.
Fue opositora al gobierno de Fulgencio Batista, y al no compartir las ideas comunistas de Fidel Castro decidió también ir en contra de la llamada Revolución, lo que le costó su libertad por casi dos décadas.
