“Ni galletas, ni perro caliente, ni pollo”: Se agudiza la escasez al centro de Cuba

En la ciudad de Santa Clara, al centro de Cuba, la marcada escasez de alimentos ha tocado las puertas de las tiendas recaudadoras de divisas, último recurso al que acuden las familias trabajadoras que se sustentan con un salario mensual de 30 dólares.

Así lo ha recogido el portal independiente Cubanet en un reportaje publicado este lunes, en el cual algunos santaclareños afirman que desde finales del año pasado no se encuentran a la venta otros productos cárnicos además de la hamburguesa y el picadillo importado.

En un momento en el que el país aún no se recupera de la crisis del pan que acaparó titulares de la prensa extranjera desde mediados de diciembre, al centro de la Isla parece tampoco haber “ni galletas, ni perro caliente, ni pollo”.

“Y cuando sacan el aceite hay que venir corriendo porque se acaba en un santiamén”, denunció al referido medio la maestra de primaria Migdalia Ramírez, quien dijo haber recorrido en vano todas las “shoppings” del centro de la ciudad.

Fotos que acompañan el reportaje dan fe de la cruda realidad: neveras y estantes totalmente vacíos y menús con apenas una única oferta, los paquetes de 400 gramos de picadillo de pavo a 1.40 CUC.

Por otro lado, se ‘añejan’ en las alacenas de los mercados en divisas algunos productos del mar con precios impensables. El reporte menciona el bacalao especial, a 268 pesos el kilogramo (más de 11 CUC); las rodajas de salmón a 287 (casi 12 CUC) o el filete de lenguado a cerca de 20 CUC por una pequeña porción.

Con uno de los salarios más bajos de América Latina y la falta de un mercado mayorista para trabajadores por cuenta propia, se entiende que ni el cubano de a pie ni los emprendedores gastronómicos pueden darse el lujo de adquirir estos insumos.

“Te venden mantequilla, pero no hay pan ni galleta. Tampoco entiendo qué pasó con el pollo y el perro caliente y cómo pueden venderte algo que cuesta todo tu salario mensual”, le dijo al portal noticioso Rafael Yanes, otro cliente molesto por la precariedad de mercancías.

La reportera Laura Rodríguez también señala que la escasez de alimentos se hace palpable en mercado agropecuarios estatales conocidos como ferias dominicales, dedicadas a la venta de hortalizas, viandas y carne de cerdo.

Según pudo conocer, los dependientes de las tiendas en divisas desconocen a qué se debe el desabastecimiento y que no se le ha ofrecido explicación alguna respecto a las carencias actuales. Sin embargo, algunos aseguran haber escuchado que el Estado cubano no puede pagar las embarcaciones con víveres de importación.

Hace muy poco el mundo se hizo eco de las denuncias por la falta de harina en la Isla, lo cual dificultaba aún más el acceso de la población a alimentos de la canasta básica como el pan, habitualmente subsidiado por el Gobierno a través de la libreta de abastecimiento.

La rotura de molinos y la falta de liquidez que atraviesa el país recrudecieron la situación del desabastecimiento según admitió en diciembre la ministra de la Industria Alimentaria, Iris Quiñones Rojas.

La funcionaria achacó la ausencia de este alimento al mal estado de los molinos que se dedican al procesamiento del trigo en la Isla y explicó que desde principios de año «el país tuvo que disponer de recursos financieros que no estaban previstos en el plan para importar 30.000 toneladas de harina», debido a un incumplimiento de 70.000 toneladas del plan nacional.