Activista Diasniurka Salcedo se entrega a las autoridades migratorias de EEUU

La activista y su familia esperan conseguir asilo en el país norteño. (Foto: Yankiel Fernández – Facebook)

Desde el pasado 18 de marzo, la activista cubana Diasniurka Salcedo Verdecia se entregó a las autoridades migratorias de Estados Unidos, tras arribar a la frontera que ese país comparte con México.

Según su colega Yamilka Lafita, conocida en redes sociales como Lara Crofs, la opositora llegó al límite entre ambos países, acompañada de su esposo y dos hijos pequeños.

“Ella es, para la mayoría de los activistas cubanos, una especia de madre. No conozco gente de bien, que quiera lo mejor para Cuba, que no quiera y respete a esta mujerona. Por favor ayúdenme a viralizar su caso, necesitamos divulgar todo lo que pasamos su situación”, manifestó Lafita.

Durante su estancia en México, Salcedo Verdecia y su hija enfrentaron serios problemas de salud. Aunque ella nunca pidió ayuda para sí misma, otras personas comenzaron una campaña para reunir unos 10.000 dólares a favor de la opositora y su familia.

“Diasniurka y su niña pequeña están delicadas de salud. Y aunque ella nunca ha pedido ayuda para sí misma, porque todo lo que ha hecho siempre ha sido ayudar a otras personas, sobre todo a madres y niños, en estos momentos ella necesita toda la solidaridad que podamos movilizar, y por esos sus amigos más cercanos hemos organizado esta campaña”, expresó la usuaria Lázara Díaz Febles en aquella ocasión.

Según relató una fuente a Periódico Cubano, Diasniurka fue despojada de todo su dinero por agentes del Instituto Nacional de Migración de México (INM) en su camino hacia EEUU, donde ahora espera obtener asilo. Su travesía desde Cuba hasta México incluyó atravesar Centroamérica, enfrentando peligros constantes y poniendo en riesgo su vida y la de su familia.

¿Por qué exiliaron a la activista cubana Diasniurka Salcedo?

Salcedo Verdecia enfrentó una situación desgarradora en Cuba, al ser obligada a abandonar el país, ante la amenaza de una condena de ocho años y la posibilidad de perder la custodia de sus hijos adoptados.

El régimen castrista acusó a la opositora, también conocida por defender a las madres cubanas, de cometer los presuntos delitos de propaganda enemiga, ultraje a los símbolos nacionales y difamación a la figura pública.

Su labor en defensa de los derechos humanos, el apoyo a madres desatendidas por el sistema de salud, la denuncia del abandono infantil y su incansable apoyo a familiares de prisioneros políticos, la convirtieron en un pilar de la lucha por la libertad en Cuba, pero también una opositora al castrismo.