Arrestan a una mujer por colaborar con un cubano acusado de trata de personas en Miami-Dade

Junet Infante-Madruga fue arrestada por «tratar de ayudar» a un cubano detenido en Miami-Dade por un caso de trata de personas. (Foto: Archivos del condado de Miami-Dade)

Una mujer identificada como Junet Infante-Madruga, de 32 años, fue arrestada luego de sostener conversaciones con un hombre de origen cubano acusado de trata de personas en el condado de Miami-Dade, informó Local 10.

Las conversaciones grabadas revelaron cómo el acusado, llamado Raúl Jiménez-Rodríguez, de 40 años, pidió a Infante-Madruga que amenazara a la víctima para que ella cambiara las declaraciones que emitió ante la policía.

La fiscal estatal de Miami-Dade, Katherine Fernández Rundle, y el jefe de policía de Miami Springs, Armando Guzmán, anunciaron el arresto de Infante-Madruga, a quien también el hombre le pidió que destruyera unas pruebas electrónicas.

Según los registros del condado, la mujer detenida enfrenta los cargos de manipulación de pruebas físicas, conspiración y uso ilegal de dispositivos de comunicación.

Al ofrecer detalles sobre el caso, las autoridades comentaron que el detenido dio instrucciones precisas sobre cómo intimidar a la víctima, que consistían principalmente en amenazas directas a su familia.

Jiménez-Rodríguez fue arrestado junto con su pareja Grettel Cáceres-Greco, de 30 años, luego de que oficiales del condado respondieran a una llamada de auxilio por un supuesto robo a mano armada, y se descubriera en la escena del crimen algunos elementos relacionados con la trata de personas.

Las investigaciones y declaraciones de la joven víctima, de unos 19 años, señalaron que el hombre la sedujo para que se dedicara a la prostitución y poco a poco la fue introduciendo en esta situación con el uso de drogas como metanfetaminas y cocaína, hasta convertirla en adicta.

La pareja coordinaba los encuentros con los supuestos clientes y al final le cobraban a la joven un 35% de las ganancias. Los dos sospechosos fueron detenidos en el hotel South River Suite, ubicado en la ciudad de Medley.

Jiménez-Rodríguez recibió múltiples cargos, mientras que Grettel-Greco fue acusada de cometer los delitos de tráfico humano, prostitución y empleo de un dispositivo con fines ilegales.