Cenizas de López-Calleja son trasladadas a una piedra cerca de la tumba que tiene reservada Raúl Castro

El Cangrejo, hijo de López-Callejas, depositó las cenizas en una piedra funeraria. (Captura de pantalla: Canal Caribe – YouTube)

Las cenizas de Luis Alberto Rodríguez López-Calleja, el exyerno de Raúl Castro que ostentaba al momento de su muerte, en julio de 2022, la presidencia del todo poderoso Grupo de Administración Empresarial (Gaesa), fueron trasladadas hacia una piedra cercana a la tumba que tiene reservada el propio Raúl en el mausoleo del Segundo Frente Oriental en Santiago de Cuba.

El momento también fue propicio para situar en otra tumba los restos mortales de Julio Casas Regueiro, ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) que falleció en 2011. A la ceremonia asistieron Raúl y su nieto Raúl Guillermo Rodríguez Castro, conocido como ‘El Cangrejo’, quien cargó con las cenizas de su padre.

Además, estuvieron en la ceremonia, que fue efectuada el sábado, pero dada a conocer públicamente este martes, Miguel Díaz-Canel; el primer ministro, Manuel Marrero; Ania Lastres Morera, actual presidenta de Gaesa; el ministro de las FAR, Álvaro López Miera; y el del Interior, Lázaro Álvarez Casas.

La madre de El Cangrejo, Débora Castro Espín, quien estaba separada de López-Calleja al momento de su repentina muerte a los 62 años de edad, también estaba en la ceremonia, pero en un segundo plano y usaba una mascarilla sanitaria.

Marrero Cruz pronunció las palabras de despedida de duelo. Según quien fuera durante 15 años ministro de Turismo y que por su origen militar también tenía una estrecha relación con el presidente de Gaesa, López-Calleja fue un hombre que evitó los “protagonismos innecesarios”. Y es cierto, pues desde la sombra de Gaesa controló durante años el núcleo central de la economía cubana, que por estar bajo el mando militar escapa hasta de las regulaciones gubernamentales a las que están sometidas las propias empresas estatales.

“Hablar de la entrañable relación que existió entre Julio Casas y Luis Alberto, que es nuestro propósito en esta ocasión, me hace sentir emocionado e incluso conmovido, al tener lo que considero un inmerecido privilegio. Cierto es que la vida me vinculó de manera muy cercana a ambos, de los cuales aprendí y me formé como cuadro”, confesó el primer ministro.

De acuerdo con Marrero Cruz, en los “momentos complejos que vive la patria” hay que estudiar el “pensamiento económico de Julio y Luis Alberto, aprender y aplicar, de una vez y por todas, a trabajar como ellos lo hicieron, sin fanfarrias, sin complacencias, sin protagonismos innecesarios, con sistematicidad y honestidad”.

La piedra funeraria donde fueron colocados ambos generales es similar a la que contiene las cenizas de Fidel Castro en el cementerio de Santa Ifigenia, que se ha convertido un lugar de visita para los seguidores del comunismo gracias a las campañas de “turismo funerario” que se llevan a cabo por parte del régimen castrista.