Con esta técnica se conserva el cuerpo de la reina Isabel II previo a su funeral

Posiblemente se le aplicó un embalsamiento temporal, mediante el uso de productos químicos que se inyectan a las venas a través de la carótida. (Captura de pantalla © El País – YouTube)

El funeral de la reina Isabel II será el próximo lunes 19 de septiembre en la Abadía de Westminster. Previo a esta ceremonia, su cuerpo ha sido trasladado de Escocia a Inglaterra para que cientos de miles de personas presenten sus respetos a la monarca fallecida.

Según un calendario ofrecido por la Familia Real, el ataúd permanecerá del jueves 15 al domingo 18 en Westminster Hall, recibiendo las visitas. En este lugar será colocado sobre una plataforma elevada y envuelto en el estandarte real, además se le pondrá encima la corona imperial, el orbe y el cetro.

¿Cómo permanece conservado el cuerpo de la reina?

El sitio Health Value explica que posiblemente se le aplicó un embalsamiento temporal, mediante el uso de productos químicos que se inyectan a las venas a través de la carótida, una de las arterias principales.

La labor de esas sustancias, que contienen fenol, formaldehído y glutaraldehído, es influir en la labor de las enzimas y eliminar bacterias, con el fin de que se frene el proceso de descomposición y se preserve el cadáver.

Los químicos también se encargan de succionar los líquidos que existían en el cuerpo a la hora del fallecimiento.

Este proceso no es algo exclusivo de la monarquía británica, de hecho, es muy común y lo aplican varias empresas funerarias de diversos países, entre ellos Estados Unidos.

Al arribar a Londres, capital de Inglaterra, el féretro fue movilizado a la catedral de St. Giles para una velación. De este lugar lo trasladarán al Palacio de Buckingham, donde será recibido por el rey Carlos III, la reina consorte Camila y otros miembros de la Familia Real.

Tras pasar la noche en la sede oficial de la corona, el cuerpo será transportado el miércoles hacia Westminster Hall, donde la monarca yacerá por cuatro días previos a su ceremonia fúnebre.

Isabel II falleció el 8 de septiembre cuando se encontraba en una residencia en Escocia, conocida como Balmoral. La monarca tenía 96 años y encabezó un reinado de siete décadas.

Horas después de su muerte, el Consejo de Ascensión proclamó como nuevo rey de Inglaterra a su hijo y heredero directo al trono, Carlos III.

“Defenderé el gobierno constitucional y perseguiré la paz, armonía y prosperidad de los pueblos de estas islas, de los territorios de la Commonwealth y de los territorios de todo el mundo. Para ello, sé que me sostendrá el afecto y la lealtad del pueblo del que acabo de ser nombrado soberano”, dijo el nuevo monarca, tras la proclama “God Save The King”.