Exigen más a campesinos cubanos: “No han entregado ni un mazo de lechuga”

Campesinos de Cuba trabajan a marchas forzadas por un pago miserable.(Facebook Pinar del Río Travel).

El gobierno de Cuba está presionando a los productores agrícolas para que incrementen producciones, pero sigue sin pagar las deudas que tiene pendientes con varios de ellos.

A través del oficialista Tribuna de La Habana, se presiona a campesinos y ganaderos de provincias aledañas a la capital a aumentar su empeño, pues según el medio estatal hay productores que “no han entregado ni un mazo de lechugas o un litro de leche”.

El propio Gobierno ha reconocido que las vacas se mueren de hambre y sed y que sus criadores no cuentan con lo necesario para cuidarlas apropiadamente, inseminarlas a tiempo y, por tanto, aprovechar tanto crías como leche.

En cuanto al campesinado, se han hecho también múltiples denuncias sobre la falta de recursos invertidos por el Estado, que no provee ni siquiera con fertilizantes a los productores.

Entre la falta de recursos para mantener los cultivos y el retardo con el que las autoridades recogen las cosechas, que a veces se pudren esperando, la falta de hortalizas en tiendas y mercados es entendible.

A esto hay que sumar las deudas del Estado con sus productores, pues hay tanto ganaderos como campesinos que no han recibido una parte o la totalidad del pago por sus servicios, dinero sin el cual es imposible levantar nuevas cosechas o mantener al resto de sus animales según el caso.

Según el presidente del Consejo de Defensa Provincial (CDP) de La Habana, Luis Antonio Torres Iríbar, la solución a la falta de frutas y verduras en los mercados habaneros es “redireccionar los productos”.

El funcionario instó a los campesinos a “dar la vida” si es necesario, esforzándose más por satisfacer las necesidades del mercado, cargando toda la responsabilidad del desabastecimiento sobre los productores sin tomar en cuenta las condiciones bajo las que trabajan.

“Todo el que tenga un mercado, tiene que dar la vida por él, no por los ingresos, sino para ayudar a nuestro pueblo, que está pasando trabajo en conseguir alimentos para las familias”, dijo Torres Iríbar.

Lo que el funcionario no toma en cuenta es que los propios campesinos también tienen familias que necesitan mantenerse y no pueden hacerlo con la miseria que ganan por sus productos, los cuales tienen que vender al precio que dicte el gobierno, en el lugar que el mismo gobierno decida.

En varias ocasiones los productores han señalado la necesidad de frenar la intervención del gobierno en su labor, pidiendo poder comercializar y distribuir su mercancía con libertad y como les sea más conveniente, algo que en un régimen comunista donde todo lo controla el Estado, es imposible.