Detenciones por las protestas masivas colapsaron las prisiones en Cuba

El encarcelamiento masivo de cubanos tras el estallido social del 11 de julio provocó que los centros penitenciarios de la Isla se encuentren colapsados y en una crisis sin solución a la vista.

Presos relacionados con las protestas masivas y sus familiares denunciaron ante Radio Televisión Martí todos los problemas que se viven en las cárceles del régimen castrista.

Virgilio Mantilla Arango, líder de la Unidad Camagüeyana por los Derechos Humanos, manifestó que la comida en la prisión Kilo-9 es sumamente asquerosa y reducida lo más posible, para también poder alimentar a los cerdos en las cochiqueras de este penal.

“En Cuba todas las prisiones tienen cochiqueras para la cría de cerdos, para el consumo de la guarnición. No hay toallas, sábanas; no hay avituallamiento, tampoco hay medicamentos”, contó el opositor.

Jorge Bello Domínguez, periodista independiente condenado a 18 años de privación de la libertad por participar en la protesta del poblado Güira de Melena, refirió que sus familiares le llevan jeringas e insulina, ante el desabastecimiento en el Combinado del Este.

“La medicina la compré en el mercado negro. Y la alimentación que le dan a los presos allí es para consumo animal, no para personas”, sostuvo Martha Domínguez, madre del comunicador.

Yaila Prieto La Rosa, esposa del manifestante detenido Juan Emilio Pérez Estrada, comentó a la emisora que en el Combinado del Este existe una plaga de chinches que afecta a todos los presos, y además la comida se sirve en estado de descomposición.

La Dama de Blanco Sissi Abascal también es víctima del colapso penitenciario en la Isla. Su padre Armando Abascal relató que le tuvieron que llevar un haragán y una escoba para la limpieza de su celda, porque no hay artículos de este tipo en el penal de mujeres La Belloté, en Matanzas.

“En medio del desabastecimiento en el país, la familia de los presos es quien tiene que suministrar desodorante, pasta dental, jabón y los alimentos, y así están repletas las prisiones con todas las carencias existentes”, aseguró el activista Ramón Zamora.

En el informe de Prisoners Defenders correspondiente al mes de febrero se detalla que, de los 1.167 presos políticos en las cárceles castristas, unos 869 se encuentran vinculados a las protestas masivas que se desataron en todo el territorio nacional el pasado mes de julio.

Hasta marzo de 2021, en las prisiones cubanas únicamente había 135 convictos de conciencia por criticar al régimen y no respaldar las políticas comunistas.