Dos periodistas independientes de Granma reciben amenaza de censura

Agentes de la Seguridad del Estado amenazaron a dos periodistas independientes de la provincia de Granma con la aplicación de la Ley 88 o también conocida como “mordaza” si siguen publicando contenidos que denuncian las ineficiencias de las autoridades.

Radio Televisión Martí informó que Emiliano González fue citado a la Unidad Provincial de Instrucción Penal donde los agentes identificados como Andrei y Miguelito le comentaron que no tenía capacidad legal para realizar la labor de periodista por no ser un graduado en esta materia.

También le dijeron que van a analizar tanto sus publicaciones, como la de su esposa, Marelys Fonseca Viltre, para decidir si se les aplica dicha normativa que su único objetivo es censurar a la prensa que no comparte las ideas del gobierno.

“Lo que estoy viendo es un ataque constante a la prensa independiente. El gobierno quiere acallar las voces disidentes en Cuba con la prisión”, comentó el periodista a dicho medio.

A Fonseca Viltre, quien es colaborada en el portal Cubanet, también la citaron en la misma unidad donde le dijeron que continuará bajo el régimen de regulación por lo que no podrá abandonar el país.

Las amenazas a dichos periodistas se suman a las que se han realizado en los últimos a comunicadores en Villa Clara y La Habana.

El periodista Nelson Álvarez de Villa Clara, del medio ADN Cuba, fue amenazado con una multa si no se presentaba a una entrevista con agentes de la Seguridad del Estado la semana pasada; mientras le entregaban el citatorio le dijeron que debía reflexionar sobre su trabajo.

Además, el Diario de Cuba denunció hace unos días que dos de sus colaboradores, Waldo Fernández y Boris González, fueron víctimas de actos represivos por parte de agentes.

Fernández de manera indirecta recibió una amenaza de arresto, ya que los policías del Estado fueron a casa de su madre enferma a decirle que si él no suspendía su labor periodística iba a ser detenido.

Mientras que González fue víctima de los secuestros empleados por los agentes, debido a que fue detenido de manera sorpresiva cuando ingresaba al edificio donde vive y no se avisó a sus familiares de esta situación.

“De no ser por un testigo, yo que estoy en mi trabajo desde temprano, jamás me habría enterado. No tengo idea del motivo de este secuestro”, manifestó Juliette Fernández Estrada, esposa de Boris, en redes sociales.