El Primero de Mayo en Cuba es el mayor acto de “carnerismo” y unidad forzada en Cuba

La manipulación ideológica comienza desde la infancia, cuando los niños cubanos son preparados para participar en estas demostraciones de apoyo al Partido. (Captura de pantalla © Canal Caribe – YouTube)

El Primero de Mayo en Cuba nunca ha sido una verdadera celebración del trabajo ni de las luchas obreras, sino más bien el mayor desfile de carneros adoctrinados y leales al régimen.

El reciente tuit de Miguel Díaz-Canel, presidente de Cuba, convocando a los cubanos a celebrar con “una inspiración especial” en conmemoración de los 25 años del histórico discurso de Fidel Castro, no es simplemente un llamado a la unidad obrera, como intenta proyectar.

En realidad, es un reflejo de la constante manipulación de las fechas clave en el calendario revolucionario para reforzar la narrativa del régimen y mantener su control sobre la población.

Díaz-Canel recurre a un discurso que, en sus palabras, debe “inspirar” a los cubanos, resaltando el “sentido del momento histórico” que Castro expresó hace más de dos décadas. Sin embargo, este llamado no es más que una reafirmación de la agenda política que persiste desde la llegada al poder de los hermanos Castro, donde la “unidad” no es una elección libre de los ciudadanos, sino una imposición desde el poder.

La fecha, que tiene sus raíces en la lucha internacional de los trabajadores desde 1890, en Cuba ha sido utilizada sistemáticamente como una herramienta para consolidar el poder del Estado. A lo largo de los años, la movilización obligatoria de los ciudadanos para participar en los desfiles del Primero de Mayo se ha convertido en una práctica común.

Los trabajadores, estudiantes y otros sectores de la sociedad cubana deben acudir a estos actos, no como una expresión voluntaria de apoyo a sus derechos o a la causa socialista, sino porque no asistir implica sanciones laborales, académicas o sociales. Esto convierte lo que debería ser una festividad y descanso del trabajo en una muestra de conformidad con las políticas del Partido Comunista.

Vamos a este #1Mayo con una inspiración especial: se cumplen 25 años de aquel histórico discurso de #Fidel cuando nos convocó a actuar con “sentido del momento histórico”.

Marchemos mostrando la fuerza de la UNIDAD. Por nuestra independencia y nuestros sueños de justicia. pic.twitter.com/V4Efay17WX

— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) April 28, 2025

Es un secreto a voces, las presiones de los dirigentes estatales que amenazan con suspenderle los estímulos materiales o comisiones, a los trabajadores que no asistan a estos eventos.

En este escenario, la figura de Fidel Castro sigue siendo central. Su discurso del Primero de Mayo de 2000, en el que acuñó el concepto del “sentido del momento histórico”, ha sido utilizado durante años para justificar el mantenimiento del sistema y la permanencia en el poder de la élite gobernante.

Este concepto no solo ha sido una justificación para la represión interna y la restricción de las libertades individuales, sino también una excusa para exigir la “unidad” del pueblo cubano bajo un mismo ideal, mientras se silencia cualquier disidencia. El discurso de Díaz-Canel, al referirse a la “unidad” por la independencia y los sueños de justicia, ignora convenientemente el hecho de que la unidad que promueve es impuesta.

El Primero de Mayo en Cuba es el mayor desfile de carneros adoctrinados y leales al régimen. (Captura de pantalla © Canal Caribe – YouTube)

La manipulación ideológica comienza desde la infancia, cuando los niños cubanos son educados en un sistema que les inculca la lealtad al régimen y los prepara para participar en estas demostraciones de apoyo al Partido. Las escuelas son escenarios de adoctrinamiento donde los valores de la Revolución se presentan como inquebrantables, y las críticas al sistema son presentadas como traición.

El llamado del presidente designado no debe interpretarse como una verdadera invitación a la reflexión sobre la justicia social ni a la unidad en su sentido genuino, sino como una estrategia para perpetuar un sistema que ha sabido utilizar las fechas simbólicas como una herramienta para consolidar su poder.

Mientras no haya respeto por los derechos humanos, la libertad de expresión y la pluralidad política, el Primero de Mayo seguirá siendo una fecha de coacción y control, lejos de representar una verdadera celebración de los trabajadores cubanos y sus derechos.