Multan a empleadas de cafetería en Santa Clara por favoritismo en la venta de yogurt

Empleadas de cafetería en Santa Clara multadas por favoritismo en la venta de yogurt (FRANCISNET DÍAZ RONDÓN).

El yogurt se ha convertido en un producto altamente cotizado pero también escaso en Cuba, situación que deviene en los ya comunes casos de acaparamiento y malversación dentro de los establecimientos comerciales del Estado.

Así ocurrió en la cafetería “8 de marzo”, sucursal de la Corporación Cimex en la ciudad de Santa Clara, donde los clientes se aglomeran desde horas tempranas del día para comprar yogurt. Allí se dio en días recientes un suceso extraño: anunciaron la venta del lácteo, pero solo de 10 cubetas.

Como era de esperar, los clientes protestaron y las autoridades se acercaron el lugar para atender las quejas.

Según reseñó el periódico provincial Vanguardia, los oficiales solicitaron revisar el interior del local y al hacerlo descubrieron que existían 30 cubetas de yogurt y no 10.

La administradora explicó que cinco de las cubetas que habían llegado habían sido pagadas por las trabajadoras del local, aunque no especificó para quien serían las 15 restantes que no se sacaron a la venta.

Apartado siempre para el turismo, el yogurt es un producto prácticamente desaparecido de las tiendas de Cuba.

Pese a que cada unidad que llegó a la tienda tiene un valor de 3.75 CUC, aproximadamente cuatro veces el valor que tiene el mismo producto en otros países, las trabajadoras y los clientes que esperaban estaban dispuestos a hacer ese gasto.

El yogurt, fabricado por la Empresa de Productos Lácteos “La Villareña”, fue apartado principalmente por trabajadoras con niños pequeños, aunque no se aclaró para quién era el yogurt restante que no querían sacar a la venta.

Por el acaparamiento, la administradora y la jefa en turno fueron multadas con 100 pesos en moneda nacional, acorde al Decreto 155-2 R, del apartado Contravenciones de las regulaciones sobre Comercio Minorista, Gastronomía, y determinados servicios a la población.

El decreto estipula sanciones para quien “favorezca o permita que se favorezcan, en relación con la adquisición de productos o disfrute de servicios, a determinados consumidores o usuarios, o a trabajadores de la propia unidad en que se venden o presten dichos productos o servicios”.

La administradora y la jefa en turno siendo multadas (FRANCISNET DÍAZ RONDÓN).