Productora de la vacuna aplicada a Paloma ya había sido investigada en la India

Tras la trágica muerte de la bebé cubana Paloma Domínguez Caballero producto de una vacuna en mal estado, las autoridades de la Isla se vieron obligadas a emitir una nota oficial y se ha desatado un cruce de declaraciones en las que no se conoce aún quién es el culpable.

El Ministerio de Salud Pública cubano (Minsap) aclaró en un comunicado que “el evento adverso asociado a la vacunación con PRS” fue el causante de la muerte, pero dicho fármaco “se importa desde la India, y está avalado por la Organización Mundial de la Salud y certificada por el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED)”.

En un artículo publicado en el diario El Nuevo Herald, se rememora la muerte de tres niños cubanos en 2002 por vacunas que -casualmente- también estaban asociadas a  Serum Institute of India Ltd. (Instituto de Sueros de la India), el fabricante de las vacunas.

“En 2017, Serum Institute of India adquirió Nanotherapeutics Inc., empresa checa filial de la estadounidense del mismo nombre. Con ello, se transformó en la mayor productora de vacunas antipolomelíticas del mundo”, publicó el rotativo del sur de la Florida haciendo alusión a un cable de la AP.

Estadísticas oficiales del Minsap reveladas en 2008 y que comprenden diez años anteriores, indican que en la Isla se produjeron 13 eventos “raros” en niños menores de 16 años tras recibir vacunas, diez muertes y tres casos que dejaron secuelas graves.

Según reseña el Herald, la certificación que el CEDMEC hizo de la vacuna PRS producida por Serum Institute of India indica que “la vacuna debe ser reconstituida con el diluente específico suministrado por el fabricante”. También debe ser mantenida a una temperatura de entre dos a ocho grados Celsius.

Un médico cubano que solicitó el anonimato dijo al periódico vía telefónica que “el proceso que requieren las vacunas para mantener una temperatura adecuada” en Cuba no se da de manera “eficiente”.

“Este proceso siempre ha tenido problemas a nivel nacional. En la mayoría de los policlínicos no se cuenta con los equipos especializados para guardar las vacunas, así que se guardan en refrigeradores domésticos”, explicó.

Actualmente, la escasez de combustible en todo el país ha recrudecido la crisis que vienen registrando hace décadas diversos sectores de la economía. En tal sentido, las autoridades han ordenado a los centros laborales que ahorren energía y eviten hacer uso de efectos electrodomésticos de gran consumo.

“Tampoco hay los termómetros especializados que van dentro de los equipos de refrigeración para las vacunas que permiten saber si la temperatura ha superado los 8 grados Celsius. Así que mantener las vacunas en una temperatura óptima es una utopía”, señaló el doctor.