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Fallece la pintora cubana Carmen Herrera a los 106 años
Vivía en Nueva York y sus obras se cotizaban hasta en 150 mil dólares
Carmen Herrera triunfó a una edad muy avanzada: vendió su primera pintura a los 89 años, en 2004. (Foto: Mario Adolfo Martí Brenes-Facebook)
La artista plástica cubana Carmen Herrera falleció este fin de semana en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, a la avanzada edad de 106 años.
Aunque no se dieron mayores detalles de su muerte, se presume que fue por causas naturales, informó la agencia de noticias AP.
El deceso fue confirmado por el artista Antonio Bechara, quien dijo al diario estadounidense The New York Times que Herrera había fallecido en su residencia de Manhattan este sábado 12 de febrero.
La obra de Herrera pasó desapercibida por décadas antes de que su nombre se diera a conocer en el mundo del arte.
Si bien actualmente sus pinturas integran colecciones permanentes en prestigiosos museos como el Museo Whitney de Arte Estadounidense en Nueva York, o el Tate Modern en Londres, la cubana vendió su primera obra hasta 2004, a los 89 años.
Sus pinturas, de la corriente modernista, se componen de trazos geométricos, líneas y figuras coloridas.
“El meollo de la pintura de Carmen Herrera es un impulso por la simplicidad formal y un sentido impresionante del color”, dijo sobre la cubana la Galería Lisson, con sede en Londres.
Nacida en La Habana en 1915, estudió arquitectura en la Universidad de La Habana y viajaba frecuentemente entre Cuba y París durante las décadas de 1930 y 1940.
Hizo prácticas en la Liga de Estudiantes de Arte en Nueva York, a donde se mudó a mediados de la década de 1950, tras casarse con Jesse Lowenthal, un profesor de literatura en la secundaria Stuyvesant.
A finales de la década del 2000, tuvo exposiciones en solitario en el Museo Pfalzgalerie Kaiserslautern, en Alemania, y en la Galería Ikon de Birmingham, Inglaterra.
Incluso después de haber cobrado fama mundial, Herrera sostenía que no pintaba para complacer a nadie, sino porque tenía que hacerlo.
“Es una compulsión que también me da placer. Nunca en mi vida tuve idea del dinero y pensaba que la fama era una cosa muy vulgar… y al final de mi vida estoy recibiendo mucho reconocimiento, para mi sorpresa y mi placer”, afirmó en una entrevista de 2009.
En ese mismo año, el precio de una obra de arte de Herrera, considera pionera de la abstracción geométrica y del modernismo latinoamericano, rondaba los 50 mil dólares; sin embargo, cinco años después sus obras se venderían en más del triple.
