Gobierno cubano estima un dudoso crecimiento del 3% del PIB para el año 2023

El ministro de Economía y Planificación de Cuba, Alejandro Gil Fernández, sostuvo ante la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) que para el próximo año 2023 el gobierno espera un crecimiento mínimo del Producto Interno Bruto (PIB) del 3%.

Estas estimaciones son anunciadas, pese a que el propio funcionario también informó que a punto de concluir el actual año, ya se confirmó que será imposible alcanzar el aumento del PIB que había sido proyectado para el 2022.

Las nuevas esperanzas están puestas en «la reactivación de actividades productivas nacionales y una mayor captación de divisas por exportaciones», refiere el diario oficialista Cubadebate.

En ese sentido, se mencionan como razones para el incremento proyectado: «el control de la COVID-19 y los resultados positivos de las recientes giras internacionales de la dirección del país y de la Feria Internacional de La Habana, donde se evidenció el creciente interés del empresariado extranjero en Cuba pese al recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos».

No obstante, el ministro acotó que la recuperación de la economía cubana marcha lenta, y no logra superar la estrepitosa caída de casi 11% que sufrió en 2020.

Gil Fernández agregó que se espera la recuperación más dinámica del turismo, pese a que las estimaciones para este 2022 tampoco se cumplieron; la diversificación y complementariedad de los actores económicos; el aseguramiento de los combustibles y de la generación de la energía eléctrica; el incremento de las ofertas a la población y el avance del programa de estabilización macroeconómica.

De acuerdo con el ministro, las ventas de bienes y servicios en el exterior deben reportar ingresos de 9.755 millones de dólares, al menos, lo que representa 1.037 millones más que en 2022. También aspiran recibir 3.5 millones de visitantes internacionales, que sería el doble de este año.

Asimismo, alega que se ha planificado incrementar las producciones nacionales de arroz, frijoles, viandas, hortalizas y otros renglones importantes para la canasta básica.

Añadió que se han acordado proyectos en vivienda (30.140 nuevas residencias), recursos hidráulicos, turismo (son de continuidad) y en las industrias alimentaria y electroenergética, entre otros sectores.

Al respecto, detalló que el 49% de las inversiones estará dedicado a alimentos, fuentes renovables de energía, la fábrica de cemento y acero, el programa de la vivienda y el turismo; alrededor del 95% están relacionadas con proyectos ya en marcha.

En cuanto a la delicada situación del combustible, han previsto generar 7.866.000 toneladas entre la producción nacional y las importaciones, lo que implicaría un gasto de 4.413 millones de dólares.

Con esas presuntas inversiones en el sector eléctrico, el ministro asegura que se podrá satisfacer la demanda de electricidad durante el año 2023. “No implica que terminarán las interrupciones el primero de enero, pero sí una disminución considerable progresivamente”, dijo. Para ello, se necesitan 500 millones de dólares.

Aunque el 2022 ha sido un año desastroso, el oficialismo sigue vendiendo una imagen positiva de la economía para el 2023, pero sin dejar de poner la carga sobre la población, como hiciera Díaz-Canel la semana pasada, cuando afirmó que será un mejor año si el pueblo trabaja “intensamente”.