La deuda de los países latinos con China es impagable

China es la segunda potencia económica global, solo por detrás de EEUU, y sus tentáculos han llegado con más fuerza a las economías latinoamericanas en las últimas décadas, cuando estas se han convertido en un mercado exportador de materia primas hacia el gigante asiático.

Pero el balance comercial para los países de esta región va siendo negativo ya que esas materias primas regresan con un valor agregado en productos que compran a China, sin contar con los préstamos directos y créditos comerciales que en 1998 eran nulos y 20 años después rondan los 1.6 billones de dólares o lo que es lo mismo el dos por ciento del PIB mundial, según reporta la cadena BBC.

Detrás de estos préstamos de dinero está el gobierno chino que es dueño de los bancos nacionales como el China Development Bank y el Export-Import Bank of China.

Solo los cinco países de Latinoamérica que más deuda han contraído con las entidades públicas chinas, más de US$133.000 millones, tienen el PIB más grande que Ecuador.

Venezuela lidera el grupo con 67 mil 200 millones, muchos de los cuales han llegado como financiación de PDVSA.

“Presta dinero porque lo tiene. En julio de 2016, contaba con las mayores reservas de divisas del mundo: US$3,21 billones. En su mayor parte, todo este dinero proviene de los suculentos superávits comerciales que el gigante asiático ha acumulado en los últimos años, especialmente con Estados Unidos”, explica en un artículo el periodista Daniel Méndez, quien investigó a fondo el asunto.

Pero las empresas chinas también e benefician pues mucho de este dinero va para el mejoramiento de infraestructuras cuyas obras se someten a licitación en los diferentes países latino y “casualmente” muchos de esos contratos lo ganan empresas chinas.

“Ciertamente este flujo de dinero [hacia Latinoamérica] forma parte de la estrategia de internacionalización de China y de expandir su huella en el comercio global, las finanzas o incluso militarmente”, explica Christoph Trebesch, analista del centro de investigación Kiel Institute for the World Economy, con sede en Alemania.

“Tomando en cuenta exclusivamente el número de proyectos individuales que están siendo desarrollados en la región, Bolivia luce como el destino principal para los inversores chinos. Desde 2013, las compañías chinas se han adentrado en más de veinte proyectos de carreteras y puentes en Bolivia”, explica el analista.