La nueva caravana de migrantes continuó su avance hacia el norte de México

Indocumentados en México avanzan en una nueva caravana con el objetivo de llegar a Estados Unidos a solicitar asilo. (Foto: INM – Facebook)

La nueva caravana de migrantes en México, compuesta por 11 mil personas, entre ellas varios cubanos, continuó su camino hacia la frontera con Estados Unidos, tras una parada de descanso en una comunidad del estado de Chiapas.

El contingente salió de la ciudad de Tapachula, fronteriza con Guatemala, con las intenciones de arribar a Tuxtla Gutiérrez, capital chiapaneca, para luego avanzar hacia el centro de la nación azteca y posteriormente al norte.

Luis García Villagrán, director del Centro de Dignificación Humana, denunció ante el medio La Jornada que agentes de la Guardia Nacional detuvieron a unos 160 migrantes que se habían adelantado al grupo principal.

Este arresto sería el primer incidente luego de que la caravana cruzara un puesto de control migratorio sin que fuera bloqueada.

El activista, quien avanza con los indocumentados, aseguró que los dirigentes de la caravana ya recibieron una propuesta de diálogo por parte del gobierno mexicano y por ahora se encuentran a la espera de que se concrete una reunión.

“Nosotros siempre hemos estado dispuestos al diálogo, siempre y cuando sea responsable. Hace una semana entregamos una lista en la estación migratoria cuando eran 7 mil 500 migrantes, pero no nos dijeron nada”, manifestó García Villagrán.

Migrantes jóvenes son quienes avanzan en la parte delantera de la caravana, donde también se encuentran mujeres con niños. Según los reportes, la mayoría de las personas en este grupo son venezolanos, cubanos y centroamericanos. Asimismo, se ha mencionado la presencia de personas procedentes de África.

Algunos de los extranjeros buscan la manera de movilizarse más a prisa, subiéndose a combis, camionetas, mototaxis y también se cuelgan de camiones de compañías refresqueras.

Este tipo de caravanas se forman por el retraso de las autoridades mexicanas en distribuir las visas humanitarias, que permiten a los migrantes desplazarse por México sin el riesgo de ser interceptados o deportados.

Los contingentes han sido frenados antes de que abandonen el sur de México, y en muchas ocasiones sus integrantes son devueltos a la ciudad de Tapachula o llevados a albergues de otros estados muy lejos de la frontera.

En caso de que logren llegar a la nación norteamericana, corren el riesgo de ser expulsados de inmediato a través del Título 42, una norma que se aplica por motivos de salud pública.

No obstante, también tienen la opción de acceder a un nuevo protocolo de solicitud de asilo, si se comprueba un miedo creíble de regresar al país de origen.