Los delitos por “propagación de epidemias” son los más comunes en La Habana

Los delitos por “propagación de epidemias” son los más comunes en La Habana. (Foto ilustrativa: Jacqueline Santana-Facebook)

Varias personas en La Habana han sido sancionadas por delitos de “propagación de epidemias” y “acaparamiento”, con sanciones que van desde elevadas multas, hasta la privación de la libertad.

Las autoridades de La Habana informaron que junto con los delitos por “actividades económicas ilícitas”, los delitos por “propagación de epidemias” son los más comunes en la capital cubana.

Mientras las colas para comprar comida siguen siendo ineludibles para la gran mayoría de los cubanos, que también se tienen que aglomerar en el transporte público, volviendo ambas situaciones focos potenciales de COVID-19, las autoridades siguen culpando a los ciudadanos de los contagios.

El presidente del Tribunal Provincial Popular de La Habana (TPP), Yojanier Sierra, indicó que uno de los “delitos” más comunes en la capital es específicamente el no uso del nasobuco en la vía pública.

Sin embargo, aunque desde marzo se ha sancionado a los cubanos por esto, el uso obligatorio del nasobuco se incluyó en el código penal de la Isla hasta mayo, lo que invalidaría cualquier arresto y sentencia de este tipo antes de esa fecha.

Asimismo, los cubanos han denunciado haber sido multados injustamente por bajarse el nasobuco un momento para tomar agua, o para respirar tras horas de cola, aunque sea en lugares aislados.

Multas por “actividad económica ilícita”

Pero la pandemia no es la única situación de la que el gobierno intenta culpar a los cubanos, pues también los ha responsabilizado por la escasez de alimentos y otros productos.

Sierra señaló que desde abril a la fecha, se han procesado a varias personas por presuntos delitos como actividades económicas ilícitas, especulación y acaparamiento, receptación y apropiación indebida.

Indicó que el 60% de los sancionados cumplen penas de encierro, mientras que “el resto han sido requeridos con multas y sanciones subsidiarias en libertad”.

El funcionario detalló que la posesión “excesiva” de pollo, aceite, café, picadillo, detergente, cloro, puré de tomate, leche en polvo y latas de sardinas, puede llevar a un cubano a la cárcel.

Sin embargo, las autoridades no especificaron cuál es la cantidad que ellos consideran “especulativa”, aunque los ciudadanos difícilmente pueden acceder, menos almacenar, estos productos.

Además de las multas y cárcel, los “coleros” o “acaparadores” pueden ser castigados con el destierro de la capital por cuatro o cinco años, aunque esta medida solo aplica para aquellas personas que no residen de manera legal.