Más de mil personas han sido multadas por acaparamiento en Santiago de Cuba

Más de mil personas han sido multadas por acaparamiento en Santiago de Cuba. (Collage ilustrativo: José Díaz Silva-Facebook y Fuego comunismo-Facebook)

Unas 1.022 personas en Santiago de Cuba han sido multadas por las autoridades cubanas por el delito de “acaparamiento”, desobediencia, propagación de epidemia y actividades ilícitas desde el inicio de la pandemia de COVID-19 en el territorio.

Según indicó Maritza Paredes, fiscal jefa de Santiago de Cuba, en la provincia se han llevado a cabo 888 procesos penales contra los llamados “revendedores” y “coleros”, los cuales según el Gobierno cubano son los responsables de la escasez que se vive en la Isla.

Según indicó el medio oficialista Sierra Maestra, Paredes indicó que las personas a las que se les acusaron de violar regulaciones sanitarias también fueron amonestadas por las autoridades castristas.

“No usar el nasobuco en concentraciones de personas, transportes públicos y privados, además de incurrir en actos de desobediencia y atentados contra agentes que en ejercicio de sus funciones”, indica el medio estatal sin mencionar las colas para comprar alimentos, las cuales se han vuelto uno de los principales escenarios donde se levantan dichas multas.

El reporte oficialista menciona otros delitos como el de especulación, receptación, acaparamiento y apropiación indebida, los cuales están amparados bajo el artículo 8.3 del Código Penal cubano, y los cuales parecen estar diseñados para evitar que los habitantes de la Isla puedan tener una pequeña reserva de comida para afrontar la aguda escasez de alimentos que se percibe en las tiendas.

El medio estatal puso especial énfasis en los coleros y revendedores en las tiendas Santiago de Cuba, especialmente en las zonas de la calle Enramadas, donde se encuentran la mayoría de los establecimientos comerciales. De acuerdo con el Gobierno de la Isla, estas personas que dedican a vender sus lugares en las colas afectan de manera negativa a los demás cubanos, razón por la que desde hace meses se establecieron grupos dedicados a su detección.

Desde que comenzó la pandemia en Cuba, el Gobierno ha incrementado las sanciones en contra de los coleros, asegurando que la escasez en las tiendas, la cual no está presente en tiendas de MLC, es responsabilidad de estas personas.

Sin embargo, lo que las autoridades y los medios oficialistas no mencionan es que los cubanos dependen de los revendedores para conseguir productos que de otra manera serían inaccesibles para ellos, pues su venta se encuentra severamente regulada en las tiendas estatales.