Niegan atención hospitalaria al periodista en huelga de hambre Guillermo del Sol

Guillermo del Sol, periodista cubano independiente que lleva 40 días en huelga de hambre, fue desalojado del hospital Arnaldo Milián en Santa Clara, a donde llegó con ayuda de sus familiares debido a su debilitado estado de salud.

Los anterior fue confirmado por el periodista Yoel Espinosa Medrano mediante una entrevista con el medio Radio Televisión Martí, donde aseguró que dos agentes lo arrastraron hasta un carro de la policía y luego fue llevado a su vivienda.

El activista llegó al hospital luego de sufrir un desmayo; posteriormente presentó náuseas y no podía ingerir líquidos por lo que tiene alterada su glicemia, stiuación que puede desencadenar un estado de coma.

Dicho medio publicó hoy domingo un audio en el que el huelguista comenta su actual estado de salud y reclama que no le permiten acceder al servicio de salud pública de la Isla.

Del Sol se encuentra en huelga de hambre para expresar su inconformidad a la regulación que aplica el gobierno cubano para evitar que activistas opositores salgan de la Isla cuando van a participar en foros y conferencias donde puede expresar las ineficiencias del régimen.

Espinosa Medrano también comentó que el hijo de Guillermo, Adrián del Sol, se presentó en la Fiscalía Militar para presentar una denuncia por el trato abusivo que recibió su padre por parte de la Seguridad del Estado y la Policía Nacional.

La condición en la que se encuentra del Sol no solo ha generado preocupación en familiares y amigos, también en el gobierno de Estados Unidos, muestra de ello es el mensaje publicado vía Twitter por Michael Kozak, subsecretario de Estado interino de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental.

“Instamos al Gobierno de Cuba a que aborde sus preocupaciones, y las de todos los cubanos que exigen el respeto de sus derechos humanos”, manifestó el funcionario a nombre del gobierno de Donald Trump.

Guillermo inició su huelga y una campaña contra las regulaciones cuando el régimen impidió a su hijo abordar un avión para viajar a Trinidad y Tobago, donde participaría en un evento sobre persecución religiosa y derechos cristianos.