Producciones de perros calientes en Cuba están destinadas al turismo y tiendas en MLC

El régimen de contabilidad estatal solo le permite a la fábrica quedarse con el 20% de la ganancia que genera. (Captura de Pantalla: Centrovisión-YouTube)

Las producciones de perros calientes de la fábrica de Sancti Spíritus, única de su tipo en el país, están destinadas al turismo y a las tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC), pues el gobierno obliga a la industria cárnica a generar divisas luego de la implantación del “ordenamiento monetario” a inicios del 2021.

De acuerdo con un reciente reportaje publicado por el telecentro local Centrovisión, esta es la única forma de la empresa de captar divisas para luego salir a comprar al exterior las materias primas necesarias para la producción.

Sin embargo, para elaborar el perro caliente la mayoría de los insumos son nacionales. Por ejemplo, el trabajador entrevistado reconoce que, debido a la escasez de carne porcina nacional, han modificado la receta y ahora incluyen un 50% de almidón y agua al producto mientras se le adiciona proteína vacuna.

Además, el régimen de contabilidad estatal solo le permite a la fábrica quedarse con el 20% de la ganancia que genera, el resto va al presupuesto del Estado donde es manejado a discrecionalidad por los burócratas comunistas.

Por tal motivo, no ha sido posible invertir en piezas de repuesto y mantenimiento. En la actualidad el proceso productivo funciona a la mitad por roturas no resueltas en la línea de producción.

La planta, que pertenece a la Empresa Cárnica desde su inauguración en 2019, tiene otras producciones paralelas para “el consumo social como masas de hamburguesas, picadillos y chorizos”. Sobre estas tres no se mencionan qué se le adiciona teniendo en cuenta el déficit de la carne de cerdo.

Ninguno de los trabajadores de la fábrica que fueron entrevistados en el reporte audiovisual fueron identificados con la generación de caracteres en la posproducción del video colgado en YouTube el 21 de septiembre de 2022.

Recientemente, el gobierno cubano autorizó la importación de carnes y embutidos por parte de las personas naturales que viajan a Cuba desde el extranjero.

Ahora se pueden importar carnes congeladas, deshidratadas o saladas, con o sin huesos; vísceras comestibles; productos cárnicos semielaborados como hamburguesas, picadillos, albóndigas, conformados como palitos de carne, nuggets y otros productos empanados.

El objetivo es que el exilio mantenga a sus familiares y amigos dentro de la Isla, pues debido al manejo errático de la economía nacional no se produce en Cuba los suficientes alimentos, productos de aseo ni medicamentos para los enfermos, cuyo número aumenta cada vez entre otras cosas, por la falta de alimentación.