Régimen cobra 300.000 euros al mes por médicos en Martinica y les paga solo 23 al día

Régimen cobra 300.000 Euros al mes por médicos en Martinica y les paga solo 23 al día. (Foto de referencia: CTM-Twitter)

Cuba envió 15 de sus médicos a Martinica para combatir el COVID-19 y aunque el gobierno de la Isla ex colonia francesa pagó cerca de 300 mil euros por ellos, ellos están recibiendo menos de 700 al mes.

Según informó el diario francés Le Point, los profesionales cubanos arribaron el pasado 26 de junio y a pesar del significativo pago del Parlamento al régimen, éste solo le da 23 euros al día a los médicos.

La cifra, equivalente a unos 27 dólares diarios (577 pesos cubanos aproximadamente) es muy inferior a lo que debería ser considerando el pago de un profesional de la salud, en Cuba o cualquier país.

Estos casos prácticamente de explotación se han repetido en todos los países a los que el gobierno cubano ha enviado brigadas médicas, las cuáles existen desde antes de la pandemia, pero que han logrado expandirse por todos los continentes gracias a la crisis actual.

Aunque el recibimiento de los médicos cubanos representa una inversión significativa para los gobiernos anfitriones, ha sido denunciado en innumerables ocasiones que el régimen de la Isla se queda con entre el 75% y 90% del salario de sus profesionales, que además les es dado hasta que vuelven a Cuba.

“El país anfitrión entrega los salarios al Gobierno cubano, y este paga entre el 5% y el 25% a los médicos en una cuenta en la Isla que mantiene congelada”, reveló Le Point.

Las autoridades de Martinica han mantenido el hermetismo alrededor de la brigada médica cubana, negándose a confirmar la información del medio francés, como ha pasado en otros países donde se denuncian casos similares, como México, Argentina y Sudáfrica.

Le Point añade denuncias que se han dado en todos los países a los que llegan las brigadas cubanas, que los profesionales son supervisados constantemente en sus tareas y no pueden relacionarse con nadie.

Poca preparación de médicos cubanos

El desconocimiento del idioma ha hecho que los cubanos sean vistos con recelo por sus colegas de Martinica, lo que ha ocurrido en otros países independientemente del idioma por la poca capacitación con que cuentan los isleños, muchos con el nivel de estudiantes según médicos de México y Perú.

“No les di licencia para ejercer, tienen el estatus de aprendices, no hay manera de que estén solos con un paciente”, declaró Jérôme Viguier, director de la Agencia Regional de Salud (ARS).

Esta inconformidad se ha presentado no solo en Latinoamérica, sino también en Europa, como Andorra e Italia, donde se les calificó de “muy costosos y mal preparados” y se exigió una evaluación que concluyó con su salida del país.

La decisión de contratar a los galenos cubanos generó polémica en Martinica pues, en primera instancia, el gremio médico “no fue consultado en absoluto” de la decisión, como ha sucedido también en los anteriores países mencionados.

Aunque Cuba ha tenido acuerdos médicos por años con países como Venezuela, Brasil, Kenia y Ecuador, es hasta esta pandemia que ha salido a relucir la poca preparación de la autoproclamada “potencia médica”.

Mientras en México se les acusó de ni siquiera saber intubar a los pacientes, en Perú también se reclamó que lejos de apoyar con la pandemia no tenían idea de cómo atender pacientes de COVID-19 ni de ninguna urgencia.

Incluso desde un año antes, cuando en 2019 el personal cubano fue expulsado de Bolivia tras el cambio de gobierno, se dio a conocer que de los 750 “profesionales” de la salud cubanos, solo 200 contaban con un título para ejercer la medicina.

Aun así, el pago que los países anfitriones hacen por sus servicios es equivalente o hasta superior al de un especialista, aunque los profesionales en sí no perciban ni una cuarta parte de esa cantidad.

La explotación ha sido denunciada por organizaciones y el gobierno de Estados Unidos, que ha pedido a quien contrate los servicios médicos cubanos que les pague directamente a los profesionales y no al régimen, aunque nadie ha hecho caso todavía.