Ofrecen atención médica a preso con VIH si se retracta de denunciar al Gobierno

Maikel Herrera Bones, chantajeado por el Estado para obtener tratamiento. (Facebook Ana Belkis Ferrer García).

Autoridades de Cuba se encuentran extorsionando al preso político Mailkel Herrera Bones, paciente de VIH-SIDA que requiere tratamiento, condicionando el recibimiento del mismo al cese de sus denuncias desde la prisión en la que se encuentra.

De acuerdo con un reporte de Radio Martí, este miércoles 7 de octubre oficiales de la Seguridad del Estado visitaron a Herrera para informarle que solo si deja de denunciar podrían realizar los trámites para que reciba atención médica especializada.

Ese mismo día, Herrera Bones, cuya salud se ha deteriorado en los últimos meses en la cárcel para enfermos de VIH-Sida de Güines, en la provincia de Mayabeque, llamó al opositor Zaqueo Báez Guerrero, coordinador de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu) en La Habana y le contó lo sucedido.

“Ellos [los oficiales] llevaban la marcada intención de chantajearlo, ya que le dijeron que si deja de sacar denuncias le permitirán el acceso a un tratamiento especializado”, confirmó Báez al citado medio.

El opositor expresó su preocupación ante el deterioro de la salud del activista, que necesita urgentemente atención médica en centros especializados, donde existan condiciones y recursos para tratar la enfermedad.

Afirma que el preso político no cedió ni dejará de denunciar y calificó de “método de tortura” lo que están haciendo contra el encarcelado para que desista de su postura opositora.

El pasado 16 de abril, en plena restricción en el país por el avance de la pandemia, Herrera Bones fue detenido tras discutir con un agente policial que, vestido de civil y sin identificarse, intentó detener una protesta que él realizaba por la falta de servicio eléctrico en su vecindario en La Habana.

Lo acusaron de atentado agravado y fue trasladado a prisión hasta que se le realice el juicio y desde entonces ha permanecido sin recibir tratamiento para su enfermedad, el cual ha solicitado reiteradamente a la vez que denuncia los atropellos del centro penitenciario.

En agosto, Herrera Bones realizó una huelga de hambre para exigir atención médica especializada, aunque depuso días después porque estaba muy débil y su vida corría peligro.