Régimen mantiene improductiva una infraestructura porcícola decomisada hace 13 meses

El gobierno cubano desde hace 13 meses mantiene improductiva una infraestructura que le decomisó a Bismar Rodríguez Pérez, quien antes de ser condenado por diez años, era considerado el mejor productor de carne de cerdo en Holguín.

La granja está completamente nueva y había sido solicitada por Rodríguez Pérez para expandir su producción que, antes de su arresto por supuesta “corrupción” y “tráfico de influencias”, inició de cero y alcanzó unos 500 cerdos.

Mientras el régimen no da uso a las instalaciones ubicadas en el poblado de Mayarí, los habitantes de este lugar aseguraron a el Diario de Cuba que esta falta de capacidad y la injusta detención de Bismar, evitan que haya disponibilidad de toneladas de carne para la población.

El joven productor fue arrestado hace un año y el pasado mes de junio se le dictaron diez años de prisión por cometer un supuesto delito en el que también están involucrados funcionarios del régimen.

“Parece más un linchamiento por enriquecimiento que un acto de justicia. En verdad, alrededor de todos esos grandes negocios particulares existen muchas irregularidades que califican como corrupción o tráfico de influencias. El problema es que la burocracia es muy pesada, con muchas trabas y regulaciones que entorpecen las gestiones y los funcionarios solo las agilizan con coimas. Se tolera, lamentablemente”, comentó un abogado entrevistado por dicho medio con relación a la sentencia.

La burocracia estalinista del régimen se caracteriza por entorpecer y demorar trámites, ya que muchos funcionarios aprovechan a través de ellos beneficiarse de sobornos hechos por los productores, quien caen en ello por la desesperación de ver que los trámites no avanzan.

Al ser la corrupción un acto habitual en el rubro, el abogado aseguró que el caso de Bismar puede vincularse con su éxito productivo y el régimen optó por encarcelarlo para evitar su crecimiento.

Recientemente también se publicó una nota en la que se reveló que un socio de Bismar, llamado Yoiger Rodríguez Hernández decidió emigrar para evitar ser detenido por el mismo motivo.

“Me sentía en peligro en Cuba, esperaba que en cualquier momento me citaran o me llevaran preso, como le pasó a mi amigo”, comentó el socio, a quien le decomisaron los cerdos y sufrió bastante acoso por la policía.

Para Yoiger, el gobierno ve a los emprendedores exitosos como delincuentes y por tal motivo les destruyen sus negocios para obligarlos a trabajar bajo la ineficiencia del Estado.

Con Información de Diario de Cuba