Responden a denuncia sobre desaparición de restos exhumados en el cementerio Santa Ifigenia

El periódico Juventud Rebelde se ha hecho eco de una denuncia realizada por el ciudadano José Orpí Galí desde la provincia de Santiago de Cuba. El asunto que ocupa a este hombre es la desaparición de los restos mortales de su padre, fallecido en 2006, que fue enterrado en el cementerio Santa Ifigenia, de esa oriental ciudad.

Con datos específicos Orpí Galí expone su situación que comienza cuando el 27 de 27 de octubre de 2006 los restos de su padre fueron sacados de una fosa común y colocados en un Depósito 13-H, hasta que concluyeran las acciones constructivas en el cementerio y pudiesen ser trasladados hacia su lugar definitivo.

Desde entonces, y durante 13 años, este ciudadano se ha mantenido realizando visitas al lugar para pedir información sobre como iban las tareas.

Pero nadie lo atendía y, sin embargo, veía como se construían nichos pero para ninguno era asignado para el descanso definitivo de su padre.

En su carta de denuncia al mencionado diario, el ciudadano se pregunta “¿Y los de mi padre, que son de 2006? ¿Estarán realmente los restos de mi padre todavía allí?”.

La denuncia tuvo eco en la dirección de Servicios Comunales en Santiago de Cuba, donde su director, Yusmaikel Valier Ramírez, analizó el asunto dando como resultado la confirmación de que “el cadáver fue sepultado el 15 de octubre de 2004”.

“En octubre de 2006 se realizó la exhumación de sus restos, los que fueron colocados, en presencia de los familiares, en la bóveda 13-H. Y en marzo de 2019 fueron colocados en el osario moderno 72, nicho 344. Esta última acción se realizó sin la presencia de sus familiares”.

El funcionario asegura que esta fue la primera acción incorrecta, pero quitándose responsabilidad puntualizó que en ese entonces el no dirigía la entidad.

Sin embargo, trata de culpar al afectado cuando precisa que “en ninguna de las ocasiones en que ellos acudieron a Santa Ifigenia fueron atendidos por la administración de la necrópolis, solo por las tramitadoras de documentos. Por lo que debieron solicitar un despacho formal ante la dirección de Servicios Comunales en la provincia”.

“Como no se pudo identificar a la persona que en el departamento de Trámites debió orientarlo correctamente —señala— se decidió por la administración aplicarles a las tres compañeras que laboran allí el descuento del interés económico social; teniendo en cuenta que dentro de sus funciones principales está la correcta orientación a los familiares de los fallecidos”.

Un video filmado recientemente en el interior de un cementerio en Matanzas muestra el deplorable estado y la falta de preocupación y el olvido al que son condenado los fallecidos cubanos.