¿Se puede demandar a un patrocinador del parole por no cumplir sus obligaciones?

El cubano de 60 años con permiso de vuelo aprobado recibió la noticia de su patrocinador de que no podía recibirlo en su casa. (Captura de pantalla © Mario J. Pentón – YouTube)

En un creciente número de casos, beneficiarios del parole humanitario enfrentan dificultades cuando sus patrocinadores en Estados Unidos argumentan que cambiaron las condiciones desde que le pusieron el formulario 1-134A. Ahora, después de meses, no pueden recibirlos en sus casas y los potenciales migrantes se encuentran en un limbo, pues, a pesar de tener un permiso de vuelo aprobado por CBP, nadie los puede acoger en EEUU.

Lo anterior le sucedió recientemente a un señor cubano de 60 años, quien se comunicó con el periodista Mario J. Pentón para buscar ayuda. A raíz de esa situación, el abogado Mayron Gallardo aclaró que ciertas acciones legales tienen a su alcance a aquellos beneficiados con un parole, cuyo patrocinador se niega a cumplir con las responsabilidades que contrajo al firmar el documento I-134A.

Según la forma I-134A, un affidavit que se presenta al gobierno estadounidense, el patrocinador se compromete formalmente a proveer vivienda y apoyo durante los primeros dos años o el periodo del parole. Este documento establece las responsabilidades claras del patrocinador, incluyendo la asistencia en la obtención de documentos, empleo y educación para el beneficiario.

El abogado refiere que para aquellos que todavía están en Cuba, como el caso del señor de 60 años, las opciones legales son limitadas debido a su ubicación geográfica y a que antes de salir ya su patrocinador le advirtió que no podía acogerlo en su casa.

Sin embargo, la situación es diferente para quienes ya se encuentran en EEUU y se les niega la acogida. Si un patrocinador decide no cumplir con sus obligaciones, los beneficiarios podrían tener la opción de demandar a su patrocinador.

No obstante, Gallardo aclara que no existen precedentes claros sobre casos específicos de incumplimiento de patrocinadores bajo el formulario I-134A; el uso creciente de esta figura legal podría eventualmente llevar a la creación de nueva jurisprudencia. Los expertos sugieren que, aunque el compromiso no es de por vida, el incumplimiento de las obligaciones básicas acordadas puede considerarse una violación grave del acuerdo.

El asunto es que el incumplimiento de estas obligaciones no solo deja al beneficiario en una situación vulnerable, sino que también podría considerarse una violación de la promesa hecha al gobierno de EEUU, lo que aumenta la gravedad del problema. En algunos casos, si el beneficiario llega a cometer delitos, el patrocinador podría deslindarse de responsabilidades, dado que no puede controlar las acciones de un adulto; sin embargo, esto no le exime de sus obligaciones iniciales.

El especialista aconseja que los beneficiarios de parole que enfrentan estos problemas busquen asesoramiento legal para evaluar sus opciones. Además, recomiendan que los acuerdos con patrocinadores se tomen muy en serio y se consideren las implicaciones legales de cualquier incumplimiento.

El programa de parole humanitario, que implementó la administración demócrata de Joe Biden, es una medida diseñada para ofrecer un mecanismo legal y seguro de entrada a personas de determinados países que enfrentan situaciones de emergencia o condiciones de vida extremas en sus países de origen. Este programa permite a los individuos entrar a EEUU por un periodo temporal, generalmente por razones humanitarias o de significativo interés público.

Las personas beneficiadas por el parole humanitario pueden recibir permisos de residencia temporal en EEUU, autorizaciones de trabajo y, en algunos casos, acceso a ciertos servicios de asistencia social y salud.

Hasta la fecha se han otorgado más de 404 mil visas humanitarias a ciudadanos de Cuba, Nicaragua, Venezuela y Haití. En el caso de los cubanos, acaparan cerca del 21% de los paroles.