Cientos de trabajadores de Nissan Motors protestaron este jueves frente a la planta del grupo en Barcelona, quemando neumáticos en contra del anuncio del fabricante de autos japonés, de cerrar la planta como parte de su plan de reestructuración mundial para reducir costos.
La decisión empeora la tasa de desempleo de España en medio de la creciente amenaza de recesión por causa del coronavirus.
El cierre de la principal fábrica del grupo y de otras dos plantas que le prestan servicio en las inmediaciones de la ciudad pone de manifiesto las dificultades a las que han de hacer frente las compañías fabricantes de carros, mientras tratan de sobrevivir ante la crisis mundial.
Nissan informó que reducirá su capacidad de producción en una quinta parte para ayudar a recortar sus costos fijos en 300.000 millones de yenes (2.800 millones de dólares), en línea con su plan de reducir su tamaño y mejorar su eficiencia tras publicar sus primeras pérdidas en 11 años.
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