ESTADOS UNIDOS
Twitter y Facebook suspenden más de 500 cuentas falsas vinculadas al gobierno de Cuba
Ambas redes sociales también suspendieron cuentas vinculadas a intereses partidistas en EEUU y otros países
Twitter y Facebook suspenden más de 500 cuentas falsas vinculadas al gobierno de Cuba. (Wallpaperflare).
Las compañías Facebook y Twitter informaron este jueves de la suspensión de cuentas falsas con fines propagandísticos en sus redes sociales de todo el mundo, cientos de ellas en Cuba.
En el caso de Twitter, 526 cuentas falsas vinculadas al régimen de la Isla fueron desactivadas, la mayoría gestionada por organizaciones juveniles del gobierno como la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y la Federación Estudiantil Universitaria (FEU).
De cara a las elecciones, en Estados Unidos fue suspendida por Facebook una red gestionada por la firma de marketing Rally Forge, que tenía como cliente al grupo conservador Turning Point USA.
El jefe de políticas de seguridad de la compañía, Nathaniel Gleicher, explicó en un comunicado que la red estaba formada por 200 cuentas y 55 páginas de Facebook, así como por 76 cuentas de Instagram, propiedad de la misma empresa.
La red a favor del partido republicano buscaba influir en la política de EEUU, pero también en Kenia y Botswana.
Gleicher indicó que la empresa de marketing detrás de la red, Rally Forge, ha sido prohibida en Facebook por realizar actividades fraudulentas al esconder su identidad.
Además de Cuba y EEUU, Twitter y Facebook también desmantelaron redes falsas con origen en Irán, Rusia, Tailandia, Arabia Saudí, Myanmar, Azerbaiyán y Nigeria.
No es la primera vez que cuentas falsas vinculadas al régimen cubano son suspendidas en redes sociales, pues es conocido que utilizan a las llamadas “ciberclarias” para comentar a favor de sus políticas y compartir sus noticias con mensajes favorables, además de atacar opositores y usuarios que comentan en contra.
Hace unos meses, las redes sociales incluso suspendieron cuentas oficiales de funcionarios y prensa oficialista por considerarlas como “medios de propaganda”, ajenos a sus normas comunitarias.
