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Periódico Cubano

10 emocionantes historias de los niños sobrevivientes del TITANIC

MUNDO

10 emocionantes historias de los niños sobrevivientes del TITANIC

«Mi padre entró en la cabina donde nosotros dormíamos. Me vistió con mucho cariño y me abrazó. Otro pasajero hizo lo mismo con mi hermano. Cuando pienso en ello ahora, me conmueve mucho. Ellos sabían que los dos iban a morir»

Poco antes de la medianoche, entre el 14 y el 15 de abril de 1912, en su primer viaje y en el quinto día de navegar por el Atlántico desde Southampton Inglaterra a Nueva York Estados Unidos de Norteamérica, el RMS Titanic, de la compañía británica White Star, el mayor y más lujoso de los buques de pasajeros de todos los tiempos, un babilónico gran hotel sobre agua, inhundible según los expertos, cargado de dos mil doscientas personas (aristócratas, multimillonarios, gente de clase media, obreros emigrantes, marinos, maquinistas, personal de servicio, fogoneros), recibió un lateral y deslizado impacto de un iceberg súbitamente aparecido que antes de alejarse le desgarró las planchas metálicas del costado de estribor con un ruido que los tripulantes y pasajeros describirían como un débil rechinar o el rodar de un millar de canicas o el rasgarse de una pieza de seda o el roce de un dedo gigantesco por el recubrimiento metálico del barco, pero que los maquinistas y fogoneros sintieron como la explosión de una inmensa arma de fuego, como el rugido del trueno o el zumbido de un potente chorro de agua helada.

1. William Thornton Carter II (11 años)

Nació el 14 de Septiembre de 1900 en Narragansett Pier, Washington County, Rhode Island.
Hijo de William Ernest Carter (1875-1940) y Lucile Stewart Polk (1875-1934), procedentes de Pennsylvania y Maryland respectivamente.
Era una de las familias más ricas a bordo del famoso transatlántico británico. El niño viajaba en primera clase junto a su hermana Lucile y sus padres. La familia regresaba de unas estupendas vacaciones en las que habían adquirido un Renault rojo de alrededor de 25 caballos. Además, consigo llevaban al menos dos perritos, posiblemente de raza king charles spaniel y airdale terrier. Los animales viajarían en la cubierta F, junto con el resto de mascotas de primera clase.
La colisión en principio no tuvo ninguna importancia para los Carter, sin embargo según iba avanzando la noche y se hacía evidente la gravedad, subieron a la cubierta de botes.
Según una de las versiones, su mamá embarcó en el salvavidas número 4 junto con su hermana y vio como a uno de los adolescentes de 13 años se le impidió el paso por ser adulto. Entonces la madre le dijo que se pusiera su sombrero para que pasara por una mujer. Así pudo embarcar el bote salvavidas. Su papá salvó la vida subiendo al bote plegable C, uno de los últimos en salir del Titanic adecuadamente. Ambos perros fallecieron en el hundimiento.

2. Master Robert Douglas Spedden (6 años)

Nació el 19 de noviembre de 1905, en Nueva York. Fue hijo único de Frederic Oakley Spedden y Daisy Spedden. La familia vivía en Tuxedo Park, Nueva York.
Los padres adoraban a su hijo, quien les acompañaba en todos sus viajes. Una vez, los orgullosos padres regalaron un pequeño oso de peluche (Polar) comprado en FAO Schwarz de Nueva York. Desde aquel momento Douglas nunca se separaba de él. Por supuesto Polar estuvo presente en todos los viajes que realizaba la familia. De regreso a América, la familia compró unos pasajes para el RMS Titanic, el barco más lujoso jamás construido según decían. La familia sobrevivió a la tragedia. Douglas subió a un bote salvavidas con su Polar, con tan mala fortuna que en el momento del rescate, el osito quedó olvidado en el interior del bote. Por suerte, un marinero lo recogió y el osito pudo volver con su amo.
Después de esta horrible experiencia, Daisy escribió un cuento para su hijo Douglas como regalo de cumpleaños. El cuento tenía como protagonista a «Polar», y contaba la historia desde la perspectiva del osito. El cuento permaneció con la familia durante generaciones, fueron tantos años los que pasaron que el cuento quedó olvidado en un viejo baúl de Louis Vuitton en el desván de la casa familiar. Pero llegó un día en el que un joven descendiente de la familia lo encontró y se interesó por él. La historia le fascinó de tal manera que hizo todo lo posible por publicarlo, y así fue finalmente.

Douglas falleció 3 años después del hundimiento del Titanic a causa de un atropello automovilístico, el primero de la historia registrado en el Estado de Main.

3. Gertrude Isabelle Hippach (16 años)

Más conocida como Jean, nació el 1 de octubre de 1894 en Chicago, Illinois.
Fue hija de Louis Albert Hippach (1863-1935) e Ida Sophia Fischer (1866-1940). Ambos padres fueron de descendencia alemana.

Su papá fue copropietario de Tyler & Hippach Glass Company.
Le encantaba viajar y lo hacía a menudo. Desde enero 1912 estaba viajando por Europa junto a su madre. Para su regreso a Estados Unidos abordaron el famoso buque Titanic como pasajeras de primera clase.
Jean y su mamá estaban durmiendo cuando el transatlántico chocó con el iceberg, pero no sintieron el impacto y siguieron durmiendo, hasta que el silbar y rugir del vapor (desde la sección de calderas) las despertó. No se apresuraron para ponerse en fila y embarcar los botes salvavidas, porque pensaron que era más seguro ponerse los cinturones salvavidas, regresar a su camarote y esperar ayuda allí.

Pero les dijeron que los botes eran más seguros que los cinturones y al final lograron embarcar uno de los botes que quedaban. Luego remando vieron como Titanic se estaba sumergiendo en el agua.
Jean murió en Massachusetts el 14 de noviembre de 1974, tenía 80 años y fue enterrada al lado de sus padres y hermanos en Rosehill Cemetery, Chicago.

4. Violet Madeline Mellinger (13 años)

 

Violet Madeline Mellinger nació el 22 de Febrero de 1899, en Walthamstow, Essex, Inglaterra.
Violet y su madre abordaron Titanic el 10 de abril de 1912, en Southampton, como pasajeras de segunda clase.
Las dos sobrevivieron el naufragio. Embarcaron el bote salvavidas N 14, luego pasaron al bote N 12.

El 15 de abril de 1974, en una entrevista al periódico canadiense Toronto Star, Violet dijo:

«Estabamos durmiendo cuando un hombre tocó la puerta y nos dijo abrigarnos bien, ponernos los cinturones salvavidas y salir a la cubierta.»

Contó como temblaba en el bote: «Pude ver como se apagaban las luces del barco a medida que se hundía en el agua, y de repente, estabamos quizás a una milla, simplemente desapareció debajo del agua. Oh, sí, el cielo estaba muy negro y las estrellas muy brillantes. Me dijeron que la gente en el agua estaba cantando, pero yo sabía que estaban chillando».
Madeleine murió el 27 de mayo de 1976, en Toronto. Sus cenizas fueron enterradas en St. John’s Ridgeway Anglican Cemetery, cerca de Welland, Ontario.

5. Los «huérfanos» Navratil (4 y 2 años)

El padre de los niños, Michel Navratil, nació en Szered, Eslovaquia, pero terminó estableciéndose en 1902 en Niza, donde trabajaba como sastre.
Se casó con una joven italiana, Marcelle Caretto, y tuvieron dos hijos: Michel M. y Edmond Roger. Hacia 1912 su negocio empezó tener problemas y también su matrimonio. Michel demandó a su mujer, al parecer por una posible infidelidad de ésta. La pareja se separó y los niños se quedaron con su madre. El padre tenía derecho a pasar el fin de semana de Pascua con ellos, pero cuando Marcelle fue a recogerlos, los tres habían desaparecido.

Navratil había decidido instalarse con sus hijos en América. Se trasladaron a Inglaterra, donde Michel compró billetes de segunda clase para embarcar en Southampton en el Titanic. Para la reserva de los pasajes utilizaron nombres falsos. El padre se hizo llamar Louis M. Hoffman y los niños: Lolo (un diminutivo del nombre francés Louis) y Momon (un diminutivo de Edmond). El nombre ficticio que escogió el padre era el de su amigo Louis Hoffman, que le ayudó a salir de Francia.

Michel, durante el viaje en el Titanic, dio a entender que su esposa había fallecido e intentó que sus hijos estuvieran fuera de la vista de los demás pasajeros. Mientras tanto, su mujer en Niza, llena de desesperación, había denunciado el secuestro a la policía francesa.
Durante la noche del hundimiento, Michel, ayudado por otro pasajero, vistió a los niños y los sacó a la cubierta del barco. El pequeño Michel recordó, ya de adulto, aquellos últimos momentos con su padre:
«Mi padre entró en la cabina donde nosotros dormíamos. Me vistió con mucho cariño y me abrazó. Otro pasajero hizo lo mismo con mi hermano. Cuando pienso en ello ahora, me conmueve mucho. Ellos sabían que los dos iban a morir».
Cuando el Segundo Oficial Carlos Lightoller ordenó que se formara una barrera con los brazos de los miembros de la tripulación alrededor del desplegable D, de modo que sólo las mujeres y los niños pudieran pasar al bote, Navratil tuvo que despedirse de sus hijos y entregarlos.
Margarita Hays, pasajera de Primera clase, se hizo cargo de ellos en el bote salvavidas. El pequeño Michel recordó más tarde que cuando lo colocaron en el bote, su padre le dio un mensaje final:
«Mi niño, cuando tu madre vaya por ti, como seguramente ocurrirá, dile que la amé muchísimo y que todavía la amo. Explícale que esperaba que ella nos siguiera, de modo que todos pudiéramos vivir juntos felizmente en la paz y la libertad del Nuevo Mundo».
Michel murió en el hundimiento y sus hijos, que no hablaban inglés y se expresaban mal en francés, llegaron al Nuevo Mundo sin poder identificarse y sin que nadie los reclamara. Por ese motivo, en la época, se los denominó «los huérfanos del Titanic». Su historia fue, como otras muchas que sucedieron como consecuencia del trágico hundimiento, curiosa y conmovedora.
Marcelle Navratil, reconoció a sus hijos en un artículo del Fígaro del 21 de abril (seis días después del naufragio). Fue trasladada a América por la White Star Line.
La madre y los niños regresaron a Francia a bordo del RMS Oceanic que, como el Titanic, pertenecía a la White Star Line. La prensa dio noticia de este acontecimiento.
Michel falleció el 30 de enero de 2001 en Estados Unidos, a la edad de 92 años.

Durante la segunda Guerra Mundial Edmond luchó en el ejército francés, fue prisionero de guerra. Aunque logró escapar del campo en que estaba retenido, su salud se debilitó mucho y murió a principios de los años 1950, a la edad de 43 años.

6. Millvina Dean (2 meses)

Elizabeth Gladys Dean (Devon, Inglaterra, 2 de febrero de 1912 – Hampshire, Inglaterra, 31 de mayo de 2009), más conocida como Millvina Dean, fue la última superviviente del hundimiento del Titanic.
También era la más joven de los pasajeros a bordo, ya que tenía apenas dos meses y trece días de edad en el momento de embarcar. En aquel entonces, viajaba con su hermano mayor y sus padres, que habían vendido todas sus posesiones en Inglaterra y querían abrir una tienda de tabaco en Kansas.
Sin embargo, el padre de Dean murió en el hundimiento del transatlántico y el resto de la familia regresó a Inglaterra.
En 2008, los problemas de salud y las dificultades económicas la obligaron a desprenderse de ciertos objetos de gran valor sentimental. También recibió importantes donaciones de James Cameron, Leonardo DiCaprio y Kate Winslet —director y demás actores de la película Titanic—. Falleció el 31 de mayo de 2009 a la edad de 97 años.

7. Mary Conover Strains (16 años)

Mary Conover Strains tenía tan sólo 16 años cuando subió a bordo del Titanic. Viajaba con su mamá. Iban a Estados Unidos para poder estar en la fiesta de graduación de su hermano.
Lograron embarcar en uno de los botes salvavidas pero el horror que vivió aquella noche no lo pudo olvidar hasta el último día de su vida. Jamás pudo olvidarse del desespero y dolor que sentía al ver a los empleados y obreros, quienes con mucha tranquilidad ayudaban a la gente a embarcar los botes salvavidas, sabiendo que ellos mismos iban a morir. Vio como se hundió el barco y siempre le dio gracias a Dios por estar bastante lejos para oír el llanto de la gente que se estaba ahogando.

Mary falleció en su casa, 103 Salem Road, Massachusetts, el 23 de noviembre de 1975, tenía 80 años.

8. Jack Thayer (17 años)

John Borland Thayer III (24 de diciembre de 1894 – 18 de septiembre de 1945), más conocido como Jack Thayer, fue un joven superviviente del naufragio del RMS Titanic, famoso por su relato y sus dibujos del hundimiento, uno de los pocos sobrevivientes que testificó que el navío se partió por la mitad antes de hundirse.
La noche del 14 de abril de 1912, aproximadamente a las 11:40 h, Jack Thayer estaba a punto de acostarse cuando según su relato, notó que no había brisa de entrada en el ojo de buey de su camarote. Se puso un pijama y un sobretodo y salió a investigar a popa no encontrando nada fuera de lugar, sin embargo al ir a proa notó hielo en la cubierta.
A las 24 horas notó que los marineros desmontaban los botes de los pescantes y bajó a avisar a sus padres previo a vestirse de modo más abrigado. Jack Thayer y su familia subieron a la cubierta de botes donde se reunieron con un amigo llamado Milton Long Clyde. Cuando se dio la orden de subir a mujeres y niños, Jack Thayer perdió de vista a sus padres en medio de la multitud que se agolpaba frente a los pescantes no pudiendo reubicarlos y solo tuvo la esperanza de que hubieran abordado uno de los botes que se bajaban.
No teniendo oportunidad de abordar un bote, tanto Thayer como Clyde tomaron posición en una barandilla a popa y empezaron a determinar cuando saltarían al agua midiendo la velocidad del hundimiento mediante la cuerda de un pescante vacío.
Aproximadamente a las 2 de la mañana del 15 de abril, ambos vieron que su situación era imposible de sostener y saltaron al agua no volviendo Thayer a ver a su amigo. Estando en el agua, Thayer describió los estertores de agonía del RMS Titanic ya que estaba cerca del casco a popa.
Jack Thayer fue transferido al bote nº12 y luego fue rescatado por el RMS Carpathia. Su madre fue sobreviviente no así su padre John B. Thayer II, cuyo cuerpo no fue hallado.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los hijos de Thayer se enrolaron en las fuerzas armadas, uno de sus hijos murió en 1943 en el Frente del Pacífico. Cuando Thayer supo de la muerte de su primogénito entró en una fuerte depresión y se suicidó por autodegollamiento el 20 de septiembre de 1945. Fue enterrado en un cementerio en Bryn Mawr, Pensilvania.

9. Eva Hart (7 años)

Eva Miriam Hart (Ilford, Londres, Inglaterra, 31 de enero de 1905 – 14 de febrero de 1996), hija de Benjamin y Esther Hart, fue una de los últimos supervivientes del naufragio del transatlántico RMS Titanic.
El 10 de abril de 1912, con siete años embarcó, junto con sus padres, en el RMS Titanic como pasajera de segunda clase en Southampton (Inglaterra). Su madre empezó a tener malos presentimientos, sintiéndose incómoda en el buque.​ Con dicho temor en el cuerpo, la entonces niña dormía durante el día y por la noche permanecía, despierta y vestida, en su camarote.​
Sin embargo, la noche del suceso, sobre las 23:40h, su madre Esther dormía mientras el barco chocaba contra el famoso iceberg. Su padre llegó en ese momento y, después de tapar a su hija con una manta, la llevó a la cubierta del barco. Allí, Benjamin dejó a su esposa e hija en el bote número 14 y le dijo a Eva que «le diera la mano a mami y que fuera buena chica».​ Fueron las últimas palabras que escuchó de su padre y la última vez que lo vio.

El RMS Carpathia las rescató y las trasladó, el 18 de abril, a Nueva York, desde donde volvieron a Inglaterra. El cuerpo de su difunto padre, de ser hallado, nunca fue identificado. Eva tuvo muchísimas pesadillas sobre el suceso y, tras la muerte de su madre 16 años más tarde, decidió enfrentarse a sus temores: regresó al mar, se encerró durante cuatro días en un camarote y sus pesadillas desaparecieron.

Murió el 14 de febrero de 1996 en su casa de Chadwell Heat con 91 años de edad, dejando a ocho supervivientes restantes. Como curiosidad, Rose DeWitt Bukater, personaje que interpretó Kate Winslet en Titanic, es una combinación de algunos supervivientes del naufragio, sobre todo, Eva Miriam Hart.

10. Abraham August Johannes Abrahamsson (19 años)

August Johannes (15 de julio, 1892 – 16t de agosto, 1961) tenía 19 años cuando abordó el buque transatlántico, como pasajero de tercera clase.
Viajaba con sus padres y dos hermanastros. La noche de la catástrofe Abraham salió tarde de su camarote porque no quería creer que el buque podía tener problemas tan graves. Como consecuencia no pudo recibir cinturón salvavidas. Es muy curioso pero a pesar de su edad logró embarcar el último bote salvavidas. Cuando el bote se alejaba del barco, Abrahamsson vio una fuerte explosión y el hundimiendo del barco.

Falleció en Estados Unidos, el 16 de agosto de 1961.

 

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