Langosta, un lujo “de exportación” que pocos cubanos han probado

Langosta: un lujo que el régimen presume pero pocos cubanos han probado, imagen de referencia 

La “sobreproducción” de langosta en Cuba fue uno de los temas que tocó esta semana en su programa el popular presentador Alexander Otaola, quien señaló que se trata de un rublo de la economía que poco disfrutan los cubanos de a pie.

A través de sus medios oficiales, el Gobierno presumió la fructífera pesca de langosta, un alimento que se destina casi exclusivamente a la exportación y se vende a altísimos precios en las tiendas de recaudación de divisas.

Siendo el salario promedio mensual en Cuba apenas 30 dólares, para un trabajador cubano resulta imposible costear este cotizado alimento.

Con indignación, el conductor cubano cuestionó directamente a quienes aún radican en la Isla sobre cuándo fue la última vez que comieron langosta.

“Es importante que usted me diga y que usted reflexione, ¿cuándo fue la última vez que usted comió langosta? Porque el gobierno se la dio por la libreta o porque se la vendieron libremente, ¿cuándo?”, preguntó.

“Nunca verdad, yo viví 24 años en Cuba y nunca vi que me autorizaran a comer langosta, la langosta que comí, la comí porque las compraba en el mercado negro”, añadió inmediatamente.

Lo celebrado por el régimen cubano en sus medios oficiales y por tanto comunicado a los cubanos en la Isla son, en la opinión de Otaola, intentos del gobierno de venderle otra realidad de Cuba, tanto al resto del mundo, como a los propios habitantes que todavía defienden al régimen.

“No entiendo cómo siguen creyendo esto, no entiendo como no reaccionan a esto”, dijo.

Otaola concluyó exhibiendo la realidad de la alimentación en Cuba con una fotografía de los platos de comida que se sirven en los centros de aislamiento para personas con coronavirus.

“La comida que le dan a la gente que está contagiada de COVID-19 en los lugares estos que parecen un campo de concentración en los que te llevan para que te mueras si te agarra bien el COVID”, agregó.

Escasez en Cuba

La realidad de la comida en Cuba es otra distinta a la que presentan los titulares y reportajes de los medios oficialistas, ya que en las tiendas y mercados de la Isla lo único que abunda es la gente.

Las enormes y concurridas colas para adquirir los productos más básicos tienen a los cubanos formados bajo el sol por horas con tal de obtener solo lo necesario para sobrevivir.

Mientras el régimen en La Habana sigue culpando al bloqueo estadounidense, la realidad es que el embargo comercial no incluye ni alimentos ni medicinas, así como tampoco insumos médicos de ningún tipo.

Y así el gobierno sigue sin hacer tratos con otros proveedores, dejando a su gente sobrevivir con lo que puede, comiendo carne un par de veces al mes y en ocasiones teniendo que dormir en la calle para alcanzar algo en las tiendas.

Pollo, aceite, frijoles, arroz y leche se encuentran entre los productos básicos e infaltables en la mayoría de los países del mundo, sin embargo, en Cuba escasean desde hace décadas y más intensamente desde hace unos meses, pues la falta de combustible y las sequías han frenado su producción y distribución.