Al autor del ataque a la PNR de Calabazar le habían impuesto una multa de 3 mil pesos

A Yusniel Tirado, autor del ataque en la estación de policía de Calabazar, le habían impuesto una multa de 3 mil pesos por no usar el nasobuco, según cuenta el usuario de Facebook, identificado como Rubén Santos, quien es vecino de la barriada perteneciente al municipio Boyeros.

“Yusniel es residente de la avenida 281, (o sea: seguido a mi cuadra) y aunque no respaldo la violencia, tampoco tolero los enfoques desde un sólo puesto y por ello aquí expongo lo indagado desde fuentes directas”, comentó en el grupo “Alza tu voz Cuba”.

Yusniel Tirado, autor del atentado a la PNR de Calabazar. (Foto: Facebook-Rubén Santos)

Según Santos, “la policía de esta localidad es muy conocida por la brutalidad hacia los pobladores detenidos, represora y torturadora, esto no es nada raro ni calumniador para todo aquel que vive en Calabazar y desde la calle escucha los gritos y golpes salidos desde los adentros de este funesto inmueble”.

El ciudadano se pregunta por qué el gobierno tiene totalmente vigilado al barrio de Calabazar con Boinas Negras e incluso con drones.

“Yusniel se encontraba sentado en el parque de su localidad y fue arrestado con el característico trato policial de la dictadura, por no tener consigo el hoy requerido tapabocas. En su liberación se le aplicó una multa muy típica del régimen 3.000 pesos”, comenta Santos en referencia a que ese detalle es omitido por la prensa oficialista.

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Sobre la familia de Tirado se dice que es “una de las más pobres del pueblo, su madre es Yoya la gorda, (seudónimo con el cual todos la conocen), y el hermano mayor de este muchacho, (conocido por Yohandry el gordo y con el cual Yusniel no compartía ideas, según sus amigos), era un reconocido y brutal represor en contra de activistas opositores”.

El testimonio personal de Santos también recoge que fue “asediado por ese sicario del régimen”, quien “emplea sus artes marciales en contra de pobladores, acatando órdenes de sus superiores de iguales escrúpulos”.

Apartándose de esa vivencia personal, el usuario de Facebook, confiesa que “eso no quita que cuente la realidad de su hermano pequeño cuando de justa noticia y proximidad al periodismo límpido se trata.”