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Cubano con Alzheimer vive en precaria choza: “No hay baño, no hay cocina”
“Aunque sea un cuarto con un baño, no importa ni la cocina fíjate (…) yo no quiero más nada”, pide su esposa
El cubano Jorge Enrique Mursuli fue diagnosticado hace cinco años con Alzheimer, una enfermedad neurodegenerativa. A la par, el isleño reside junto a su esposa en una precaria choza de “cuatro por cuatro metros” en Sancti Spíritus y sin ningún tipo de ayuda por parte del Gobierno.
“No hay baño, no hay cocina, no hay nada de nada de nada”, denunció Ilaida Martínez, cónyuge de Mursuli, en una reciente entrevista concedida a Diario de Cuba.
De acuerdo con Martínez, la pareja que lleva más de 18 años de casados, vive de la caridad de sus vecinos, incluso para adquirir los medicamentos que necesita el enfermo.
Por si fuera poco, la casa donde actualmente residen no cuenta con baño o cocina. Ambos deben hacer sus necesidades en el patio. El techo también se encuentra en estado de extrema fragilidad, desencadenando la inundación del inmueble cada vez que llueve.
“Aunque sea un cuarto con un baño, no importa ni la cocina fíjate (…) yo no quiero más nada”, pide la cubana.
¿Caso aislado?
Lamentablemente, este triste panorama no es un caso asilado en la Isla. En una situación muy similar se encuentra, hoy en día, Miriam Calvo Parro, una camagüeyana enferma, de 66 años, que vive en condiciones de total pobreza y sin ningún subsidio del Estado.
Las autoridades le retiraron a Calvo Parro su chequera en 2008, tras el impacto del huracán Gustav bajo la excusa atender los casos más urgentes. La cubana, residente del reparto Jayama, padece de bronquitis, artrosis generalizada y es además, hipertensa.
La camagüeyana lo único que le implora al régimen es algo de dinero para “alquilar un cuartito” y poder “vivir en paz”. Miriam explica que no cuenta con suficientes ingresos para adquirir sus “mandados” y medicamentos”.
