Decenas de sacos de cemento se echan a perder en tienda MLC

Decenas de sacos de cemento se echaron a perder en la tienda en Moneda Libremente Convertible (MLC) “Boyeros y Camagüey”, en La Habana, en medio de la escasez de materiales de la construcción que vive Cuba.

“En Europa cada saco cuesta unos 30 euros. Así que ahora a botarlo, total en temas de construcción, andamos sobrados”, denunció en sus redes sociales el periodista Fernando Ravsberg.

Según informó, conoció la información por los propios trabajadores de la entidad. Corroboró sus palabras con una imagen donde se ven muchísimos sacos en los exteriores del almacén de la tienda.

El producto descompuesto, y de alta demanda en la Isla, es de la empresa española Isaval, por lo que el Estado hizo una inversión que luego tiró por la borda. Su calidad fue reconocida por numerosos internautas.

Se trata de “un mortero restaurador de estructuras de hormigón, es más que cemento especial. Es agregar agua y estarás restaurando tu losa, tu columna o cualquier elemento de hormigón. ¡Qué además lo tenemos destrozados en cada esquina!!! Triste realmente…”, escribió el usuario Ernesto Guerra.

Desde hace meses los cubanos se quejan de la escasez de cemento y los altos precios que tiene, cuando aparece. Algunos amigos del periodista en la mencionada red social cuestionaron la procedencia del producto.

“Cemento cola… Los que construyen saben que nunca lo hay. ¿Dónde lo tendrían escondido? Si especulamos un poquito, pudiéramos adivinar lo que pasó”, indicaron.

En 2021, la mayor fábrica de cemento en Cuba, ubicada en la provincia Cienfuegos, incumplió sus entregas. De las 560.000 toneladas planificadas se dejaron de entregar 83.000, señaló Oscar Rodríguez Ayala, vicedirector general de la planta.

La empresa estuvo paralizada gran tiempo ese año, y para recaudar divisas comenzó a destinar la mayor parte de su producción a las tiendas en MLC. “Gracias a la venta del producto en ese mercado interno se ha podido contar con nuevos créditos”.

Mientras eso ocurre, el gobierno deja echar a perder una importante cantidad de ese material. El propio Ramiro Valdés Menéndez, uno de los pocos “Comandante de la Revolución” aún vivos, expresó a la prensa oficialista en febrero de 2022 la necesidad de buscar alternativas ante la falta de cemento y acero, entre otras materias primas.