ESTADOS UNIDOS
Exdiplomático Víctor Manuel Rocha enfrenta 15 cargos por ser presunto espía del gobierno cubano
La próxima semana será la audiencia para la presentación formal de cargos
Rocha ocupó varios cargos importantes estando en La Habana, entre ellos el de Oficial Principal Adjunto en la entonces Sección de Intereses de EEUU. (Captura de pantalla © 2001-2009.state.gov – Web)
El exdiplomático Víctor Manuel Rocha, de 73 años, enfrenta un total de 15 acusaciones penales por ser un presunto agente del régimen castrista infiltrado en el gobierno estadounidense.
La información revelada por el Tribunal Federal de Miami indicó que este sospechoso de origen colombiano podría recibir una pena de hasta 60 años de prisión por cometer los delitos de actuar como agente al servicio de un gobierno extranjero, fraude electrónico, declaración falsa para obtener un pasaporte y transferencia electrónica de dinero.
El detenido tenía una audiencia este miércoles, la segunda en el proceso desde que fue arrestado el pasado 1 de diciembre, pero el juez Edwin G. Torre la pospuso para el próximo martes. En esa sesión le serán presentados los cargos a este sudamericano nacionalizado estadounidense en 1978.
El fiscal general Merrick Garland ha destacado que las acusaciones revelan una infiltración prolongada y de gran alcance en el Gobierno de Estados Unidos por parte del presunto agente extranjero.
Según la información oficial, Rocha apoyó secretamente a la República de Cuba desde alrededor de 1981 hasta la actualidad, con el objetivo de suministrar información de inteligencia de Washington.
De acuerdo con la acusación, a la cual EFE tuvo acceso, durante el período comprendido entre 2022 y 2023 se llevaron a cabo tres encuentros entre Rocha y un agente especial del FBI que se hacía pasar por “Miguel”, un representante de la Dirección General de Inteligencia de Cuba.
En estas reuniones, que se desarrollaron en español y fueron registradas, el exdiplomático hizo referencia constante a EEUU como “el enemigo” y admitió que su principal preocupación mientras trabajaba para el Departamento de Estado era “fortalecer la Revolución cubana”.
Durante su carrera diplomática, que abarcó 25 años, Rocha ocupó puestos dentro del gobierno norteamericano, a través de los cuales tuvo acceso a información no pública que habría generado afectaciones a la política exterior de EEUU.
El sospechoso también ocupó diferentes cargos en La Habana, como el de oficial principal adjunto en la entonces Sección de Intereses de EEUU. También se desempeñó como Director de Asuntos Interamericanos en el Consejo de Seguridad Nacional en Washington D.C. desde noviembre de 1991 hasta junio de 1994, los años más difíciles de Período Especial en Cuba. Además, fungió como embajador en Bolivia entre los años 2000 y 2002.
La carrera de Rocha se desarrolló bajo administraciones tanto demócratas como republicanas. Este sujeto trabajó en el ámbito empresarial después de su retiro del Departamento de Estado, ocupando cargos en diversas empresas, incluyendo una mina de oro en la República Dominicana y empresas relacionadas con el carbón y la industria del cannabis.
La firma española de relaciones públicas Llorente & Cuenca, en la que Rocha también estuvo involucrado, ha declarado su compromiso con la transparencia y su disposición a cooperar plenamente con las autoridades en relación con este caso.
