Francia descarta que el incendio de Notre Dame haya sido de “origen criminal”

La fiscalía francesa descartó el miércoles que el incendio que destruyera parte de la catedral de Notre Dame en París haya sido de “origen criminal”. Por el momento, prevalece la hipótesis de que el causante sea un cigarrillo mal apagado o un cortocircuito, informó la Agence France-Presse (AFP). 

La catedral gótica ardió en llamas el pasado 15 de abril, perdiendo su aguja, el tejado, reloj y parte de su bóveda, durante unas obras de restauración. El incendio de la catedral de más de 8 siglos de existencia y Patrimonio Mundial de la Unesco, causó conmoción en todo el mundo. 

Desde el trágico suceso las autoridades parisinas han llevado a cabo «un centenar de audiencias de testigos». Los investigadores han interrogado a obreros, guardias de seguridad y responsables de la diócesis o de las empresas implicadas en las obras de restauración, así como «numerosas constataciones». 

Sin embargo, hasta la fecha -de acuerdo con la Fiscalía- la investigación preliminar no ha detectado «ningún elemento permite acreditar la hipótesis de un origen criminal» del fuego. 

Igualmente, se ha notificado que a partir de ahora el caso estará en mano de tres jueces de instrucción, con mayores competencias. Las pesquisas se realizarán en el marco de una información judicial abierta por «degradaciones involuntarias, incendio, violación manifiestamente deliberada de una obligación de prudencia o de seguridad, impuesta por la ley o la normativa, ocurridas en unas condiciones que podían exponer a las personas a un daño físico».

Rémy Heitz, fiscal general, declaró que a pesar de haber encontrado “algunas fallas”, la investigación realizada hasta este punto no permite determinar las causas exactas que provocaron el incendio. 

A finales de abril, autoridades parisinas hallaron restos de colillas de cigarros en los andamios colocados para la restauración de Notre Dame. Incluso, obreros que participaron en dicha labor reconocieron haber incumplido con las medidas de seguridad y fumar en las instalaciones.

No obstante, debido a irregularidades identificadas en el tendido eléctrico de la catedral, utilizada para dar energía a un juego de campanas, la teoría más viable es que el fuego haya sido ocasionado por un cortocircuito.

Luego del siniestro, el presidente francés, Emmanuel Macron, se comprometió a reparar el monumento en un plazo máximo de cinco años. Para lograr esta meta, empresas y particulares prometieron donar más de 850 millones de euros. A mediados de junio, ya se habían recaudado el 9% de lo prometido. 

El sábado 15 de junio Notre Dame reabrió sus puertas para celebrar la primera misa desde el terrible incendio. La ceremonia estuvo a cargo del arzobispo de París, Michel Aupetit, y se efectuó en una pequeña capilla llamada Virgen María.