Gobierno vuelve a culpar al bloqueo por la poca producción agropecuaria en Cuba

Pese a las múltiples denuncias hechas por los campesinos cubanos que aseguran que el régimen castrista le pone trabas a la hora de trabajar, ignora sus peticiones durante reuniones para establecer precios y se niega a pagarles por su trabajo, funcionarios del Gobierno cubano han asegurado que el que la agricultura no avance en la Isla es culpa del bloqueo de Estados Unidos.

Mediante una nota, la oficialista Agencia Cubana de Noticias ACN reconoció la importancia del sector agrícola en el país, y aseguró que era necesario brindar un apoyo a los campesinos por parte del Estado.

De acuerdo con el citado medio, la producción agroalimentaria en Cuba experimentó pérdidas de 330.466.270 dólares durante el periodo de abril y diciembre del 2020.

La nota indicó que uno de los principales factores que influyó en esto fue la pandemia, haciendo más difícil la obtención de insumos, sin embargo actualmente la tarea ordenamiento, la cual trajo un aumento de precios en todo servicio y producto que se oferta en Cuba, es el responsable de evitar que los campesinos puedan conseguir lo que necesita.

“Durante ese periodo de tiempo, marcado además por la pandemia de la Covid-19 a nivel mundial, los productores de la nación caribeña se vieron privados de la obtención de insumos, implementos y maquinaria agrícola en mercados relacionados con empresas estadounidenses o directamente en territorio de ese país”.

Sin embargo, la nota oficialista no menciona los problemas que han experimentado los campesinos de la Isla debido a los obstáculos que les coloca el Estado, principalmente desde que la denominada Tarea Ordenamiento entró en vigencia.

Varios trabajadores del campo se han quejado de que el Gobierno cubano no cumple con los pagos, algunos de los cuales llevan años.

A su vez, los pagos que si se logran son hechos en pesos cubanos, mientras que los insumos que se ofertan en los mercados estatales se venden den divisas, razón por la cual los campesinos no pueden costearse estos indispensables productos.

De igual manera los precios a los que los obligan a vender sus cosechas no son suficientes para hacer rentable su trabajo, en ocasiones haciendo que los tratos con el Gobierno resulten en una pérdida financiera para los agricultores.

En ese sentido los trabajadores del campo no pueden hacer nada al respecto, pues si intentan vender su producto a un precio rentable, las autoridades les imponen costosas multas y decomisan toda su cosecha.