ESTADOS UNIDOS
Llegan a Miami las cenizas del preso político cubano Armando Sosa Fortuny
En vida, pidió que sus restos descansaran en la ciudad estadounidense
Las cenizas del preso político cubano Armando Sosa Fortuny llegaron ayer lunes a Miami, procedentes de La Habana, para dar cumplimiento a la última voluntad del fallecido que estuvo detenido más de 40 años en las cárceles de la Isla por su activismo contra Fidel Castro.
En vida, Fortuny siempre pidió que sus restos descansaran en Miami y por ello, su sobrino las llevó a esta ciudad estadounidense y fueron recibidas por el expreso político y periodista, Jesús Díaz Martínez.
“Yo estoy cumpliendo con esto mi palabra de honor, ante el hermano nuestro que, aunque físicamente no está, aquí está espiritualmente”, explicó Díaz Martínez en entrevista con América Tevé.
El periodista también dijo que se realizarán las gestiones para que las cenizas de Fortuny tengan un lugar en el Presidio Político Histórico, donde también se encuentran los restos de otros opositores.
Además, en los próximos días se tiene programada una misa en la Casa del Preso y un homenaje a su activismo en contra del régimen comunista en la Isla.
Sosa Fortuny falleció el pasado 28 de octubre cuando tenía la edad de 76 años, debido a complicaciones de una diabetes y padecimientos cardiovasculares. También presentaba una severa desnutrición y había sufrido una isquemia cerebral que le provocó una inmovilización de su lado izquierdo.
El gobierno cubano no le dio acceso a medicinas, ni atenciones médicas y hasta que se puso grave fue trasladado a la sala de penados del hospital Amalia Simoni en Camagüey donde perdió la vida.
Al momento de fallecer ya había cumplido 26 años de su segunda condena de 30, por haber entrado de manera ilegal a Cuba y ser acusado de cometer actos en contra de la seguridad nacional.
Su primera sentencia fue entre los años de 1960 y 1974 y se la dictaron después de que fue capturado por desembarcar en la Isla con el objetivo de derrocar al gobierno de Fidel Castro.
Cuando salió en libertad, se exilio a Estados Unidos, pero en 1994 se unió a un grupo armado para desembarcar de nuevo en Cuba, sin embargo, otra vez lo arrestaron y se le dictó la mencionada condena de 30 años.
En una conferencia de prensa realizada horas después de su fallecimiento, el director del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), Alejandro González Raga aseguró que el opositor debió obtener la libertad condicional por su estado de salud, pero el gobierno decidió que muriera en prisión.
