Otto Ortiz deja España para enfrentar la realidad cubana

Con su característico tono sarcástico, hizo referencia a la diferencia entre la vida en España y en Cuba. (Captura de pantalla © ottoortizcomic — Instagram)

El humorista cubano Otto Ortiz regresó a Cuba después de una breve estadía en España, donde compartió escenario con colegas durante una gira de un mes. Fiel a su humor sarcástico, pero agudo, no perdió la oportunidad de compartir en sus redes sociales una crítica a la realidad social que viven los cubanos.

Ortiz, conocido por su estilo mordaz e irónico al abordar la realidad cubana, expresó su deseo de volver a disfrutar de la vida en su tierra natal, destacando la experiencia de las largas colas y los altos precios que caracterizan a la cotidianidad en Cuba.

Tras su estancia en España, Ortiz sorprendió a sus seguidores al anunciar su decisión de retornar a Cuba, mencionando que extrañaba la autenticidad del barrio y el contacto con su gente.

En un video compartido en sus redes sociales, ironizó que la vida en España resultaba monótona en comparación con la vibrante realidad cubana. El humorista, quien siempre ha abordado la crisis en la Isla desde una perspectiva humorística, señaló que no hay placer comparable a disfrutar de un huevo, a pesar de su elevado precio.

Ya de vuelta en Cuba, Ortiz compartió sus impresiones a través de un video, donde expresó su sentir al estar de regreso en su tierra natal. Sin embargo, su entusiasmo inicial se vio empañado por la realidad que encontró, al enfrentarse nuevamente a largas colas y escasez de productos básicos. A pesar de su decisión de retornar, Ortiz mostró su frustración ante la situación del país y criticó la gestión gubernamental.

Recientemente, el humorista expresó su indignación hacia un programa oficialista que elogió los seguros en Cuba, cuestionando la falta de transparencia y veracidad en la información presentada.

El comediante, quien ha denunciado en múltiples ocasiones el deficiente servicio de la Empresa de Seguros Nacionales, lamentó la falta de ética en el periodismo cubano y la normalización de la mentira como forma de vida.