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Periodista cubana entre los 40 nominados del Premio Gabo en Iberoamérica

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Periodista cubana entre los 40 nominados del Premio Gabo en Iberoamérica

Se trata de Mónica Baró Sánchez quien, por segunda vez, está nominada a este galardón con su reportaje La sangre nunca fue amarilla

La cubana Mónica Baró Sánchez, periodista independiente, fue seleccionada para formar parte de los 40 finalistas nominados al Premio Gabo de Periodismo en Iberoamérica, por su reportaje La sangre nunca fue amarilla, así lo anunció a través de su cuenta de Facebook.

“Es un honor quedar por segunda vez entre el grupo de 40 finalistas del Premio Gabo y leer el nombre de Cuba entre lo mejor de la producción periodística de Iberoamérica; en esta ocasión, con el reportaje La sangre nunca fue amarilla, publicado en la revista digital independiente Periodismo de Barrio, en febrero de 2019.”

De acuerdo a lo escrito por Baró, su reportaje fue seleccionado entre los 1730 trabajo que este año se presentaron al Premio Gabo, en “las cuatro categorías (texto, imagen, cobertura e innovación) y se realizaron tres rondas de juzgamiento que incluyeron a 55 jurados”.

La periodista resalta en su escrito que La sangre nunca fue amarilla es el resultado “de todas las personas que han defendido y defienden, desde su trabajo, las libertades de prensa y expresión”, debido a que en Cuba para hacer periodismo independiente hay que enfrentarse con la los ideales comunistas que ven como enemigos a quienes piense distinto.

Mónica Baró dedicó unas líneas para honrar con su nominación al “abogado y periodista independiente Roberto de Jesús Quiñones Haces, quien fue detenido en abril de este año, mientras se disponía a cubrir un juicio, y condenado en agosto a un año de trabajo correccional con internamiento”.

Aunque Quiñones se negó a cumplir voluntariamente la sentencia de privativa de libertad por un año, Baró destacó la detención por parte de agentes policiales que lo fueron a buscar en su vivienda.

“Parecería que en Cuba todo va bien con el periodismo. Y no es así. La sangre nunca fue amarilla fue posible a pesar de que no existen garantías para el ejercicio del periodismo, no porque existan.”

La periodista espera que su nominación  “ayude a prestar más atención a la producción periodística independiente en Cuba y a las condiciones en que ocurre.”

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