Pintor cubano Tomás Sánchez se suma al boicot de la XVI Bienal de La Habana

Tomás Sánchez, pintor hiperrealista, apoya la campaña de boicot contra la XVI Bienal de La Habana, en solidaridad con los artistas que sufren la represión y la censura del régimen. (Tomás Sánchez-Facebook).

El artista plástico Tomás Sánchez se sumó al boicot de la XVI Bienal de La Habana, en solidaridad con los artistas cubanos que enfrentan la censura y las detenciones arbitrarias del gobierno.

En entrevista para el diario Miami Herald, el artista cubano declaró que se unió a la iniciativa de rechazo a la bienal, en protesta por la represión que padecen los artistas cubanos, en especial quienes han sido arrestados por sus ideas políticas.

“Me uní al movimiento #NoALaBienalDeLaHabana porque no es justo hacer una celebración del arte en medio de la represión de los artistas cubanos, en medio de la cantidad de artistas que están en la cárcel y en medio de la ausencia total de libertades en Cuba”, dijo Sánchez al periodista Andrés Oppenheimer.

Sánchez, quien vive en Costa Rica, expuso en La Habana en 2015 y visitó la Isla por última vez en 2017. El 15 de octubre anunció en su página de Facebook que se uniría al boicot a la bienal.

Para el artista este rompimiento es importante porque “nunca había roto totalmente los lazos, culturalmente hablando, con Cuba”.

Hasta ahora, Sánchez se había mantenido en buenos términos con el régimen cubano, lo que le había permitido seguir visitando el país y mantener exhibiciones en la Isla.

“Participé en exposiciones colectivas y me mantuve en contacto con instituciones culturales estatales como el Museo Nacional y el Centro Wifredo Lam”, dijo.

Indicó que expuso en Cuba en 2015 porque esperaba que la Isla se abriera después de que el presidente Barack Obama restableciera las relaciones diplomáticas.

Sin embargo, pronto se sintió “decepcionado” por el hecho de que el régimen no permitiera libertades fundamentales a sus ciudadanos.

Muchos de los artistas que han apoyado la campaña de #NoALaBienalDeLaHabana han sido críticos del régimen por años.

Empezando con quienes han sido activistas dentro de la Isla, como Hamlet Lavastida y Tania Bruguera, o los miembros del Movimiento San Isidro (MSI) y el 27N.

No obstante, tras la brutal represión registrada y documentada públicamente durante las protestas del 11 de julio, también artistas internacionales que fueron invitados al evento, han rechazado su participación.

Son los casos de la artista serbia Marina Abramovic, considerada “la madrina del performance”, o de la brasileña Rosangela Rennó, quien consideró un “deber” apoyar a los artistas por haber enfrentado la represión en su propio país.

Todos estos artistas son influyentes en el extranjero. En el caso de Tomás Sánchez, un pintor hiperrealista, sus obras se venden en casas de subastas de Nueva York y Londres por hasta 650,000 dólares.

Hasta este momento, sus pinturas también se encuentran exhibidas en el Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba, e incluso, en el Palacio de la Revolución.