Saily González realiza en solitario la “Marcha Cívica por el Cambio” en Santa Clara

Saily González protestó pacíficamente en solitario por el 15N. (Collage: Saily González – Facebook)

La activista cubana Saily González pudo salir de su casa este jueves y pacíficamente realizó en solitario la “Marcha Cívica por el Cambio” en las calles de Santa Clara, llevando en las manos una flor que colocó en un busto del prócer cubano Antonio Maceo.

La integrante del colectivo Archipiélago no pudo manifestarse el 15 de noviembre, día agendado para la movilización ciudadana, porque el gobierno organizó frente a su casa un acto de repudio.

González decidió tender sábanas blancas para mostrar su apoyo a la protesta pacífica mientras la turba castrista gritaba amenazas contra ella por querer exigir respeto a los derechos humanos, democracia, un alto a la violencia del régimen y la liberación de los presos políticos.

“Estoy haciendo lo que dije que iba a hacer, me estoy manifestando individual y cívicamente llevando mi flor”, comentó la opositora al compartir en Facebook momentos de su caminata.

González explicó que su protesta fue para recordar que un día como hoy, hace un año, inició el acuartelamiento del Movimiento de San Isidro (MSI) y también para denunciar la actual situación de Cuba.

Durante su recorrido recordó a los detenidos por participar en el estallido social del 11J, al igual que a quienes recientemente fueron arrestados por demostrar su apoyo a la iniciativa del colectivo Archipiélago.

Asimismo, exigió la liberación del joven Reniel Rodríguez, de 15 años, detenido por salir a las calles de forma pacífica en Cárdenas, Matanzas.

“Yo no voy a parar, esa es mi posición desde dentro de Cuba y Santa Clara, puede ser muy peligroso el asedio de la Seguridad del Estado, pero no voy a parar”, sentenció González mientras caminaba en la vía pública y recibía saludos de otros transeúntes.

La activista agregó que la situación en el país es insostenible debido a que no hay manera de cubrir las necesidades básicas por culpa de las decisiones del régimen, no del embargo estadounidense.

También denunció que el castrismo durante la pandemia decidió construir hoteles en vez de ayudar al pueblo cubano.

González calificó como un acto vergonzoso el comportamiento de las mujeres que participaron en el acto de repudio organizado frente a su vivienda. Entre ellas estuvo la doctora Lilian Gloria León Veitia, una de las principales represoras de la joven.

Antes de concluir su recorrido y colocar la flor en el monumento a José Martí, la opositora contó que una señora le dijo que quiso salir a marchar, pero fue amenazada con ser despedida de su trabajo.