FARÁNDULA
Banderas cubanas fueron protagonistas en concierto de Karol G en el Hard Rock Stadium
La Bichota cantó junto a Quevedo y Bad Gyal
Karol G hizo vibrar el Hard Rock Stadium. (Captura de pantalla: Karol G – YouTube)
Miami se convirtió en un testimonio de emoción y unidad el pasado sábado, cuando cubanos que asistían al concierto de Karol G en el Hard Rock Stadium hicieron flamear con orgullo su bandera nacional. En un gesto que trascendió la música, los asistentes se hicieron notar en medio del espectáculo de la colombiana.
En el emblemático escenario del Hard Rock Stadium, capaz de acoger a 65.326 personas, repleto hasta los límites, La Bichota ofreció una presentación que no solo cautivó por su música, sino también por la presencia de un público apasionado que ondeó los símbolos cubanos, mostrando su amor y conexión con su tierra de origen.
Uno de los que no se perdió este show fue el influencer Carnota, quien compartió en su cuenta de Instagram la efervescencia del momento, con videos y fotos que capturaron la energía de la noche. En uno de los registros visuales, se aprecia a uno de los asistentes desplegando una gran bandera de Cuba, un acto que encontró eco en muchas otras personas en el público, quienes mostraron su identidad nacional con banderas de diversos países.
El concierto no solo destacó por el fervor patriótico, sino también por la colaboración musical entre Karol G y dos artistas españoles, Quevedo y Bad Gyal. El estadio vibró cuando La Bichota se unió a Quevedo para interpretar el tema Pero Tú, una canción que cobró vida en Miami por primera vez. Sin embargo, el clímax de la noche llegó con la Bzrp Music Sessions, Vol. 52, un éxito que hizo saltar al público y cantar a coro el icónico Quédate.
La presencia de Bad Gyal, la trapera catalana, añadió una dimensión internacional a la velada. Juntas, Bad Gyal y Karol G cantaron Kármika, colaboración lanzada en abril de 2023. El escenario sirvió para la fusión de culturas y estilos musicales, encapsulando la diversidad de la audiencia y la pasión por la música.
Incluso, un tercer invitado se sumó a la noche de manera inesperada: la lluvia. A pesar de la precipitación que arreció con fuerza durante la actuación, ni los artistas ni su entregado público dejaron que la inclemencia del tiempo mermara la intensidad del espectáculo. La lluvia se convirtió en un símbolo de la tenacidad y el entusiasmo que caracterizó la velada, una demostración de que ni las adversidades pueden frenar la energía de la música y la conexión entre artistas y audiencia.
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