Tan solo en agosto fallecieron en Cuba 28 mujeres embarazadas por COVID-19

Embarazadas de más de 30 años vulnerables al COVID-19, según las autoridades. (Foto: Abel Padrón-Cubadebate).

Bastó menos de un mes para echar abajo las alentadoras cifras de que presumía el gobierno de Cuba: no había muerto ninguna mujer embarazada a causa del COVID-19 durante 2020.

La presunción de las autoridades comenzó a perder sentido desde inicios de año, pero en agosto, en medio de la peor crisis sanitaria en la historia del país, dejó de tenerlo completamente.

Tan solo entre el 1 y el 25 de agosto, al menos 28 mujeres embarazadas perdieron la vida, según reportes del director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (Minsap), Francisco Durán.

Para el 10 de agosto, se informó que habían ocurrido 35 muertes maternas en 2021. Sin embargo, pocos días después, ese número se disparó drásticamente, casi al punto de duplicarse, llegando hasta las 63.

Según dijo al diario oficialista Granma la jefa nacional del Programa de Atención Materno-Infantil (PAMI), Noemí Causa Palma, los estudios hechos en los últimos meses han indicado como factores de riesgo a la hipertensión arterial, diabetes, edades gestacionales mayores a 26 semanas, y madres mayores de 30 años.

Lo anterior podría ser una excusa de las autoridades para justificar los altos índices de mortalidad en mujeres gestantes. De acuerdo con los propios partes de Minsap, la gran mayoría de los decesos ha ocurrido en menores de 30 años, incluso de 20.

También han sido numerosos los casos en los que se omite cualquier información de la víctima. En muchas ocasiones solo se ofrece el nombre de la víctima, lo que también resulta sospechoso.

Hasta la fecha se han diagnosticado unas 4,536 mujeres embarazadas con COVID-19.

Según Cauza Palma, las 320 mujeres embarazadas ingresadas con cuidados intensivos antes del 10 de agosto representan el 7,1% de todas las que han enfermado. Las tasas más altas se han presentado en Ciego de Ávila (13,4%), Guantánamo (10,1%) y Camagüey (9,4%).

Según las autoridades sanitarias, el aumento de embarazadas enfermas con COVID-19 y sus reacciones críticas se relacionan a la cepa Delta, la cual fue detectada en Cuba en abril, cuando falleció la primera gestante.

Tantas embarazadas contagiadas y fallecidas en Cuba, incluso para las cifras oficiales, ofrecen una visión de la grave crisis sanitaria en la Isla. En el caso de estas mujeres, se cree que la constante exposición a hospitales y clínicas por chequeos rutinarios las ha vuelto vulnerables al contagio.