Venta obligatoria de materiales de construcción por tarjeta magnética tiene resultados negativos

Desde el pasado mes de junio el gobierno cubano ordenó que la comercialización de los materiales de la construcción debía hacerse exclusivamente por medio de tarjetas magnéticas, pero como todo lo obligado a fuerza la experiencia está dando resultados negativos según apuntan los propios directivos de la actividad en Sancti Spíritus.

El diario local Escambray recoge en un extenso artículo como mucho de los clientes que acuden a los rastros a comprar materiales de la construcción o utensilios de plomería no pueden realizar su gestión pro que no poseen tarjetas magnéticas o de tenerla entonces no funciona el Terminal de Punto de Venta (POS) instalado en la unidad comercial.

Venta obligatoria de materiales de construcción por tarjeta magnética tiene resultados negativos. (Collage: Escambray)

Juan Carlos González, el administrador del Punto de venta de materiales que se encuentra ubicado detrás del Hospital General Provincial Camilo Cienfuegos, opinó que “durante el primer mes el resultado ha sido negativo porque muchos clientes llegan en busca de algún producto y se van con las manos vacías al no disponer de tarjeta magnética”.

“En otras ocasiones las tarjetas no pasan por el POS, por lo que esta modalidad debía alternarse con los pagos en efectivo porque algunos solo quieren un latiguillo, una caja eléctrica u otros productos —con abundantes existencias y poca demanda—, y no se lo podemos vender porque el pago es obligatorio por el medio electrónico”.

La tecnología de comunicación del POS con el sistema bancario nacional es por medio de la única línea telefónica del establecimiento perteneciente a la Dirección de Comercio Provincial. Precisamente esta entidad pidió a ETECSA que le instalara un segundo teléfono en el local para uso exclusivo del POS, pero aún no recibe respuesta.

Otra medida tomada de orden interno fue trasladar los productos liberados con menos demanda, como cajitas eléctricas, tubos plásticos, latiguillos, etcétera, para su comercialización en los mercados industriales, donde se paga en moneda nacional. Sin embargo, en los mercados de la capital espirituana no se ven estos artículos. Muchos acaparadores en contubernio con los dependientes de estos centros compran todos los utensilios de una vez para revenderlos en el mercado negro.

El medio de prensa estatal apunta que, para la obtención de una tarjeta magnética, la sucursal bancaria demora en promedio 15 días lo cual resta agilidad al comercio de estos materiales cuya venta contribuye a la reactivación del comercio tras una paralización por la pandemia de coronavirus.

Los adelantos tecnológicos son innegables y Cuba por años ha quedado rezagada a ello, pero la obligatoriedad de implementar el comercio electrónico sin las condiciones creadas es un error del gobierno, tal como sucede con la venta de combustible por parte de Cimex. En realidad lo que se busca es aumentar el control sobre los estados financieros de las empresas para supuestamente acabar con la corrupción de las entidades estatales evitando la tentación que los administrativos de estos locales de venta de materiales de la construcción tengan que operar con dinero físico en sus manos.