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Cuba requiere inversión de 10.000 millones de dólares y hasta 10 años para acabar con los apagones
Al régimen castrista ninguna institución financiera o gobierno le quiere prestar dinero por su fama de mal pagador
Cuba se enfrenta a un monumental desafío energético: necesita una inversión de 10.000 millones de dólares y un periodo de entre seis a 10 años para reconstruir su capacidad de generación termoeléctrica y acabar con los apagones, presentes en mayor o menor medida desde la década de 1990.
La estimación, que fue presentada por el investigador Emilio Morales en el portal Cuba Siglo 21, advierte que el problema es tan grande que no hay manera de que tenga una solución inmediata; aún y cuando cambien las condiciones de manera súbita, es decir, la economía cubana sea de libre mercado y se haya eliminado el mando burocrático y centralizado del Partido Comunista.
Muchos países están cambiando su matriz energética hacia fuentes de energía renovable para no depender del petróleo y sus altos costos. Pero ello requiere grandes inversiones que Cuba no tiene capacidad financiera para hacerlas. “La meta para alcanzar en el 2030 el 37% de energías renovables en la matriz energética es una fantasía del gobierno cubano”, advierte Morales.
Al régimen castrista ninguna institución financiera o gobierno le quiere prestar dinero por su fama de mal pagador que no respeta sus deudas. Por otra parte, el actual modelo económico no es atractivo para interesar la inversión extranjera que el país necesita para sustituir las plantas de energías actuales por unas modernas y eficientes.
En ese sentido, el investigador apunta a que “no existe un mecanismo que haga retornar el capital invertido a los inversionistas por parte de los consumidores, ya que su poder adquisitivo es muy bajo y no pueden pagar el costo real de la energía que consumen”.
Con esas aseveraciones, parece que los cubanos están condenados a vivir en eternos apagones. En la actualidad, la Unión Eléctrica (UNE) está generando un promedio diario de 2.100 MW, al tiempo que hay una demanda máxima de 3.000 MW; misma que puede aumentar en la medida que crecen las temperaturas con la llegada de la etapa más calurosa del año. Lo anterior significa que hay un déficit de alrededor de 1.000 MW al día, que representa casi un tercio de toda la demanda.
Sin embargo, hay una salida. Morales señala que “la única solución posible es eliminar el modelo de centralización estatizado (totalitario) de la economía e ir a una economía de libre mercado. Esta es la única vía que tiene la economía cubana para reconstruirse. Tiene que eliminar el bloqueo interno”.
“En pocas palabras, hasta que no se elimine el sistema estatista totalitario vigente, Cuba no tendrá arreglo”, concluye el analista, en una sentencia que es bien conocida por todos.