Cubano denuncia que le hicieron pagar dos veces su factura eléctrica

Factura eléctrica cubana. (Imagen de referencia Facebook Bpa Santiago de Cuba).

Un lector del diario Juventud Rebelde denunció en la sección Acuse de Recibo que se vio obligado a pagar la factura de su servicio eléctrico dos veces por irregularidades de la estatal Empresa Eléctrica.

Benito Amador Díaz Mora explicó que a inicios de octubre había pagado la cuota correspondiente a septiembre, pero que de todas maneras le cortaron el servicio.

Indicó que el pago lo hizo a través de la aplicación Transfermóvil, pero que la empresa no le validó el mensaje y lo tomó como que no había realizado el pago, obligándolo a pagar de nuevo.

“A pesar de haber pagado la electricidad correspondiente al mes de septiembre, el día 5 de octubre de 2020 me quitaron el servicio. Hice la reclamación en la oficina de cobro, situada en Carretera San Luis, La Concepción, en Palma Soriano, pues no les valió el mensaje de pago por Transfermóvil, y tuve que volver a pagar”, comentó el denunciante.

Díaz señaló que además esto le volvió pasar, pues tras realizar ese segundo pago el 13 de octubre, seis días después de nuevo le cortaron el servicio y tuvo que volver a ir hasta las oficinas.

“Al hacer la reclamación, buscaron en un documento y se comprobó que ciertamente estaba pagado”, explicó.

Señaló además que no es el único afectado con el mal servicio del cobro mediante la aplicación, pues varias personas sufrieron el mismo problema.

“Mi caso no es el único, hay varias personas afectadas por este proceder, en el que además, retiran el servicio sin previo aviso. Otro aspecto es que los recibos no tienen la fecha en la cual se hizo el último pago”, indicó.

La mala calidad de todos los servicios en Cuba es algo que miles de ciudadanos denuncian todos los días, ante las fallas eléctricas, la falta de agua potable y la mala cobertura y excesivo costo del internet.

Los intentos del gobierno por “facilitar” el pago de esos deficientes servicios a los cubanos han sido contraproducentes, pues tal como ocurriera con las tiendas virtuales, el atraso tecnológico de la Isla no permite que el método sea confiable.