Denuncian maíz sin vender y tierras sin utilizar en Manzanillo

Un hombre en la localidad de Troye, Manzanillo, en la provincia de Granma denunció el mal uso que se le está dando a las tierras fértiles del territorio, pues se tiene producto cosechado sin vender y varias hectáreas de tierra ociosa que está llena de marabú.

El cubano realizó su denuncia ante el medio oficialista Granma, en el que el hombre afirma sentirse confundido, pues pese a las formas productivas presentes en la zona, se debe depender de la empresa de acopio del municipio para obtener productos de primera necesidad para los habitantes.

El denunciante, quien no fue identificado, afirma que Troya posee dos Cooperativas de Créditos y Servicios y una unidad de granja urbana, por lo que no tiene sentido que dependa de una empresa cuyas producciones se llevan a cabo a más de 20 kilómetros de distancia del territorio.

El cubano recalcó que aunque se hable mucho del alto potencial productivo de Troya, hay más tierras ociosas, algunas de ellas invadidas por marabú.

Para el hombre, la producción debería incluir a todos los campesinos de la zona, pero ninguna autoridad correspondiente les ha llamado para realizar algún plan de acción.

También opinó que debido a la alta fertilidad de los suelos de Manzanillo, solo es cuestión de realizar una pequeña inversión en la electricidad para llegar a hacer grandes cosas.

“Con una pequeña inversión en la electrificación. Se pueden lograr altos potenciales productivos con mínimos recursos”.

El cubano también denunció que los recursos asignados a las Cooperativas de Créditos y Servicios nunca llegan a tiempo y en ocasiones el equipo que venden en la zona tiene muy mala calidad.

El cubano recalcó que en la unidad de Gelma, la cosecha de maíz está por acabar; sin embargo, no han vendido un solo saco de producto y que las cooperativas no han emitido una respuesta respecto a las asignaciones de unidades productoras.

Mientras el Gobierno castrista alardea de la producción de tierras en la Isla, casos como este son denunciados, el panorama pintado contrasta con el visto en los mercados internos de Cuba, donde los productos de primera necesidad escasean y los cubanos deben de formarse por horas para intentar comprar un poco de alimento.