Drástica disminución de las importaciones de trigo y leche en polvo evidencian crisis en Cuba

El trigo sin moler tuvo en 2022 el nivel de importación más bajo (en toneladas) desde que comenzó a registrarse la serie estadística en 1998. (Captura de pantalla: Canal Caribe – YouTube)

El economista cubano Pedro Monreal aseguró, tras analizar los datos oficiales de importaciones de determinados rubros que reportó el Ministerio de Comercio Exterior de Cuba, que existe evidencia para confirmar la “gravedad de la inseguridad alimentaria” en el país.

Especialmente destaca la situación del trigo y la leche en polvo, dos alimentos de los cuales existe una alta dependencia de las importaciones. “La leche en polvo y el trigo (sin moler) se han reducido apreciablemente a partir de la pandemia, particularmente en el caso del trigo, que tuvo en 2022 el nivel de importación más bajo (en toneladas) desde que comenzó a registrarse la serie estadística en 1998”, refiere Monreal.

1/5 Datos oficiales recién publicados del comercio exterior confirman la gravedad de la inseguridad alimentaria de Cuba, con trayectorias disímiles en las toneladas de los principales alimentos importados, pero que en todos los casos son muy preocupantes pic.twitter.com/FTbiF6H4NL

— Pedro Monreal (@pmmonreal) August 14, 2023

Por esa situación se vive una prolongada crisis con la disponibilidad de derivados de la harina de trigo, como los dulces, pizzas y el pan, que aunque se intenta suplir con derivados como la harina de yuca y boniato, no llega a las bodegas con regularidad. Algunos cubanos recuerdan que el pan de la canasta básica no tuvo una inestabilidad tan grande ni en los años del Período Especial.

El economista cubano elaboró una gráfica donde toma como valor de referencia el año 1998, y de ahí establece un porcentaje de relaciones con el transcurso de los años. Por ejemplo, en el 2022 se importó el 71.9% de la leche en polvo que fue comprada en el extranjero hace 24 años. No es que haya producción de leche en Cuba y no haga falta importarla, al contrario, en el país hay más población y menos vacas que hace dos décadas, pero no hay dinero para salir de compras al extranjero.

Con relación a “las importaciones de carne de aves (casi todas desde Estados Unidos)”, sí han crecido como parte de los beneficios que comenzaron a dar las administraciones estadounidenses para que, a pesar del embargo, Cuba pudiese comprar alimentos y medicinas en EEUU. No obstante, para Monreal ese comportamiento importador de pollo “refleja la catástrofe de la producción nacional de cárnicos porque esas importaciones infructuosamente tratan de compensar la crisis porcina y la evaporación de la producción nacional de carne de aves”.

Otro de los productos que ha sufrido una drástica caída es el maíz, que entre otros usos sirve para alimentación animal. Lo anterior “indica un gran escollo para ‘levantar’ la producción nacional de cárnicos en el corto y en el mediano plazo”.

En el caso del arroz, las importaciones mayoritariamente desde Vietnam se han mantenido relativamente estables. Sin embargo, ante una reducción de la producción nacional, las cifras total disponibles para el consumo caen, haciendo que el precio suba. De hecho, el propio gobierno cambió el precio en solo algunos meses desde cinco a 70, y luego a 130 pesos cubanos (CUP) por cada libra de arroz.