En medio del secretismo el gobierno colombiano y el ELN se reúnen en Cuba

El ELN es una compleja confrontación armada y política en Colombia, inspirado inicialmente en la revolución cubana. (Captura de pantalla © Euronews – YouTube)

Bajo un velo de hermetismo, el sexto ciclo de conversaciones para un acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) dio inicio este lunes en Cuba. La nación caribeña, que ha sido un actor clave en los procesos de paz de Colombia, vuelve a ser sede de un diálogo crucial para el futuro del país sudamericano.

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, confirmó el comienzo de estas conversaciones a través de su cuenta en la red social X, antes Twitter, manifestando el apoyo de Cuba al proceso y su esperanza en los avances hacia la paz.

“Esperamos que el Sexto Ciclo de la Mesa de Diálogo de Paz entre las Delegaciones del Gobierno de Colombia y el ELN, iniciado hoy en La Habana, propicie nuevos avances en el camino del hermano pueblo colombiano hacia la paz, lo que Cuba seguirá apoyando”, señaló Díaz-Canel.

Representantes de la guerrilla, liderados por Pablo Beltrán, alias de Israel Ramírez Pineda, también marcaron su presencia en la isla con una publicación en la red social X, mostrando una foto frente a la Plaza de la Revolución de La Habana. Este gesto simbólico subraya la importancia del encuentro en un momento clave para Colombia.

Esperamos que el Sexto Ciclo de la Mesa de Diálogos de Paz entre las Delegaciones del Gobierno de Colombia y del ELN, iniciado hoy en La Habana, propicie nuevos avances en el camino del hermano pueblo colombiano hacia la Paz, lo que #Cuba seguirá apoyando.

— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) January 22, 2024

Las conversaciones, que hasta diciembre se desarrollaban en México, se retoman en un contexto donde el cese al fuego pactado en agosto de 2022 está a punto de vencer, el 29 de enero. Este factor añade urgencia a las negociaciones, donde las partes deberán decidir sobre la continuidad y condiciones de este alto a las hostilidades.

El papel de Cuba como garante en el proceso de paz colombiano no es nuevo. Desde 2016, la isla ha sido un actor fundamental en estos esfuerzos, aunque el proceso sufrió una pausa entre 2018 y 2022. La suspensión se debió a una explosión de una bomba en una escuela de policías, tras lo cual el entonces presidente colombiano, Iván Duque, pidió la captura de los líderes guerrilleros, incluyendo a Beltrán.

El reinicio de estas conversaciones en Cuba reviste suma importancia histórica para el actual presidente de izquierda, Gustavo Petro, simpatizante del Gobierno cubano; y considerando el éxito previo del país en facilitar el acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que culminó con la desmovilización del grupo y el otorgamiento del premio Nobel de la Paz al entonces mandatario Juan Manuel Santos.

En ciclos anteriores, alternados entre Cuba, México y Venezuela, se permitió cierto acceso a la prensa y se realizaron actos para instalar la mesa de diálogo. Sin embargo, este nuevo ciclo en La Habana se caracteriza por un mayor secretismo, lo que ha generado especulaciones y expectativas en la comunidad internacional y en la diáspora cubana interesada en los acontecimientos políticos de la región.

El conflicto entre el gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) es una compleja confrontación armada y política en Colombia. El ELN, fundado en 1964, es un grupo guerrillero inspirado inicialmente en la revolución cubana y en las ideas marxistas-leninistas. Su objetivo ha sido derrocar al gobierno colombiano para establecer un estado socialista.

A lo largo de las décadas, el ELN ha participado en diversas actividades ilegales como secuestros, extorsiones, ataques a infraestructuras petroleras y enfrentamientos armados contra las fuerzas militares y policiales colombianas. Estas acciones han tenido graves consecuencias humanitarias, incluyendo desplazamientos forzados y violaciones a los derechos humanos.

Los esfuerzos de paz han sido esporádicos y, en su mayoría, infructuosos. A diferencia de las FARC, otro grupo guerrillero con el que a menudo se compara, el ELN ha mostrado menor disposición y coherencia en los procesos de negociación. Las conversaciones de paz se han visto afectadas por la continua violencia y por diferencias ideológicas profundas entre el gobierno y el ELN.

Este conflicto es parte del panorama más amplio del conflicto armado colombiano, que involucra a múltiples actores armados y ha persistido durante más de cinco décadas, siendo uno de los conflictos más prolongados y complejos de América Latina.