Angélica Garrido envía carta desde prisión: “Fui golpeada, torturada y lesionada”

Angélica Garrigo se encuentra detenida junto a su hermana María Cristina. (Foto: Luis Rodríguez-Facebook)

Angélica Garrido, prisionera por participar en las protestas del 11 de julio, envió una carta desde la cárcel donde confirma los abusos sufridos por la policía de Quivicán, en Mayabeque.

En la misiva, publicada por su esposo Luis Rodríguez en Facebook, recordó que ese día los agentes dejaron de cumplir su función de proteger a los ciudadanos y se convirtieron en sus verdugos.

“Supliqué de favor que terminara y, se complacía en lo que hacía. La mujer es un vaso frágil y no debe ser maltratada: fui golpeada, torturada y lesionada”, refiere el texto, en el que alega que no es ella quien debería estar detrás de las rejas.

“Soy inocente, mi mano nunca se levantó contra ellos, ni mi boca los ofendió. Son ellos los que deben estar en mi lugar, son ellos los que procedieron de manera incorrecta y arbitraria”, insistió Garrido, a quien se le acusa por los supuestos delitos de “atentado”, “desacato”, “propagación de epidemia”, “asociación para delinquir” y “desorden público”.

La mujer podría pasar hasta 10 años en prisión de ser encontrada culpable. Todo ello por salir a las calles durante el 11J para exigir sus derechos, algo a lo que la dictadura se opone rotundamente.

El usuario en Facebook Roberto Chaviano fue testigo de la llegada de Ángela y su hermana María Cristina, también presa, al Departamento Técnico de Investigaciones en San José de las Lajas.

“Angélica llegó con un brazo luxado, sosteniéndolo ella misma por las golpizas que recibió”, escribió en un post, donde compartió también la carta enviada por la opositora.

Pese a todo lo vivido, la madre cubana asegura no sentir odio: “A pesar de todo el dolor y la tristeza que han provocado, no solo a mí, sino a mis hijos, esposo, padres y a todos los que me quieren, en mi corazón no existe el odio, pues Dios es Amor. Él tiene la última palabra, lo que se decida sobre mí, será la voluntad de Dios, no la de los hombres”.

Garrigo tiene dos hijos, en estos momentos al cuidado de su esposo. Se encuentra recluida junto a su hermana y la activista Lizandra Góngora en la prisión de mujeres conocida como El Guatao.